Hoy nos sumergimos en un título diferente, uno de esos juegos que huyen de los convencionalismos para crear una propuesta nueva e interesante, con una narrativa muy llamativa y con una puesta en escena que rápidamente nos entra por los ojos.
Con estas breves líneas de presentación nos sumergimos en el mundo de Dustborn, la última obra de Read Thread Games, una desarrolladora independiente establecida en Noruega, que puede que por el nombre a muchos no nos suene, pero hemos de decir que su historia viene de largo pues fueron los que tomaron el testigo del mítico The Longest Journey con su secuela titulada Dreamfall.
Con ese gran legado, Read Tread Games ha seguido creando títulos narrativos, como Draugen, un juego de misterio que se ambientaba en la década de los 20 y que fue lanzado en el año 2019. Pero ese no fue el final de su camino, y, desde hace tan solo unos días podemos disfrutar de su última obra Dustborn, un road trip con narrativa interactiva que llega acogido por el sello editorial Spotlight by Quantic Dream, y cuya distribución en formato físico en España está a cargo de la distribuidora y Publisher Meridiem.
Dustborn nos sitúa en el año 2030, en una distópica Norteamérica muy distinta a la que hoy conocemos debido a un misterioso accidente que cambió su sociedad y su mundo para siempre. Precisamente, ese cambio social fue a causa de que ciertas personas empezaron a desarrollar poderes, algo que puede parecernos algo maravilloso, pero claro, la sociedad no estaba preparada para esto y pronto comenzaron a ser perseguidos al ser considerados como “Anomalías” peligrosas.
En este contexto conocemos a nuestro grupo protagonista, quienes se encuentran en plena huida desde Pacífica hacia Nueva Escocia tras robar una serie de datos importantes y confidenciales en una memoria USB, algo valorado valorado en un 1 millón de dólares, una cifra para nada desdeñable para empezar una nueva vida.
Pero lo más interesante de este viaje van a ser ver precisamente este grupo de protagonistas, sus relaciones e interacciones, así como el uso que harán de sus poderes, dones, o lo que en este juego han llamado como “habla”. Pax, por ejemplo, será la protagonista principal, una timadora que utilizará su habilidad de “habla” para influir en las personas y controlarlas; Sai posee el don de alterar su cuerpo y adquirir superfuerza; y Noam puede alterar las emociones de la gente y tranquilizarse; finalmente tenemos a Theo, que, aunque no tiene dones, tiene una gran habilidad para manipular cualquier sistema de software y aprovecharse de sus vulnerabilidades.
Viajando con la tapadera de ser una banda de punk, su verdadero objetivo es llevar ese USB con información a “La Resistencia”. Pero su camino comenzará pronto a verse en peligro, con la presencia de la policía. En los primeros compases del juego un agente parará el coche y desde aquí ya tenemos una serie de opciones que implicarán utilizar nuestros dones para influir en los demás y salir de las situaciones más peliagudas.
Con todo esto, Dustborn nos propone una historia interesante y diferente, cuyo núcleo central es la amistad y la aceptación personal, pero con ese componente sobrenatural que hará de este viaje algo tan especial.
Con esta interesante premisa tenemos que preguntarnos, ¿cómo se juega a Dustborn? Pues bien, el título de Red Thread precisamente viene a recoger todo ese bagaje de juegos que hemos ido señalando que forman parte de su historia, como del Dreamfall Chapters, y lo mezcla con otras premisas más modernas, cuyos paralelismos más cercanos encontramos en la saga Life Is Strange, aunque con sus peculiaridades.
En términos generales, podríamos decir que Dustborn es una aventura interactiva-gráfica, donde deberemos explorar los escenarios buscando objetos, elementos que nos vayan explicando un poco más su mundo y a sus personajes y nos sumergimos en conversaciones con otros personajes y NPC´s que nos encontremos en este variopinto viaje, siguiendo así diálogos donde nos dejarán elegir entre un número de respuestas posibles.
No obstante, la particularidad de Dustborn radica en su propia premisa y en su núcleo jugable. Nos encontramos ante un road trip de una banda de punk y eso será muy importante para su jugabilidad y ciertas mecánicas que se nos irán presentando a lo largo de la partida.
Por ejemplo, ese viaje de la banda huida de Pacífica se plasmará en jornadas de viaje en las que tendremos que realizar ciertas paradas para abastecernos, pero también esto hará que afiancemos relaciones con nuestro grupo y con otros personajes que nos encontremos a lo largo de la aventura. Precisamente, las acampadas nocturnas han sido una de nuestras situaciones favoritas pues nos han permitido conocer más sobre su trasfondo y profundizar en las relaciones que guardan de su pasado, pero también de su presente.
Y cómo no, somos una banda de punk ¿no?, pues también podremos componer canciones durante nuestro viaje que luego podemos tocar en algunos garitos durante el camino para sobrevivir a este trayecto. Esto es muy interesante pues aquí vemos como el componente musical toma protagonismo en el juego y, aunque nos hubiera gustado un repertorio más variado, pega totalmente con el tono y estética del juego. Es también muy interesante, y divertido ver cómo esto se plasma con una mecánica propia, algo que puede recordarnos a estos simuladores tan míticos como Guitar Hero y Rock Band.
Precisamente, hablando de Guitar Hero y Rock Band es imposible no acordarse de los QTE, esas mecánicas que tan de moda se pusieron de moda durante estos años y que en Dustborn están presentes. Como viene siendo habitual, tendremos que pulsar los botones que nos aparecen en pantalla y, aunque fallar no signifique acabar con la partida, si es cierto que pueden tener ciertas consecuencias, sobre todo a nivel de relaciones personales.
Una vuelta de tuerca a su mecánica principal más narrativa es que incluye un toque de hack and slash. Esto será algo puntual en nuestro viaje, materializándose en enfrentamientos quizás un poco simples en cuanto a los golpes cuerpo cuerpo, pero que se hace un poco más profundo y sustancial a la hora de emplear los dones y con algunas habilidades que iremos desbloqueando y desarrollando gracias a la experiencia y a ciertos elementos que recogemos por el camino.
Esas nuevas habilidades que podemos desbloquear será gracias a los ecos y al dispositivo ME-ME, una especie de consola portátil que tiene la capacidad de acabar los “ecos”, ciertos seres de aspecto fantasmal que atormentan a las personas con pensamientos negativos y agoreros. Gracias a esto podemos ir avanzando por ese árbol de habilidades para mejorar las habilidades de Pax, y adquirir desde movimientos extras, las capacidades de bloquear ataques o incluso dotar de elementos elementos a nuestro bate.
Precisamente, y respecto a esos combates, también tendremos que hacer frente a bosses en algunos puntos de la aventura. De aquí hemos de confesar que esperábamos algo más, es cierto que son divertidos, pero poco desafiantes y echamos en falta una pequeña chispa a la hora de entablar los enfrentamientos contra los jefes finales.
Finalmente, tenemos que señalar que la duración de Dustborn ronda alrededor de 10-12 horas, pero el título está repleto de extras y secretos que descubrir, pudiendo encontrar regalos o ropas durante nuestra aventura, por lo que puede alargarse unas cuantas horas más.
Sin lugar a dudas, uno de los aspectos más destacados de Dustborn es su apartado artístico. Si bien es cierto que no vamos a encontrarnos con un juego técnica y gráficamente muy puntero, no hay que olvidar que estamos ante un título AA, esto lo suple con un apartado artístico muy llamativo, que nos entra por los ojos desde el primer momento y que nos ha encantado.
Todo en Dustborn está diseñado como si fuera un cómic en movimiento, y esto lo vemos constantemente, desde la particularidad tonalidad cromática que recorre al juego, a esas escenas narrativas en forma de viñeta que de vez en cuando se sucederán para explicaros la historia.
Otro de los elementos interesantes es el diseño de los personajes y su diversidad, logrando crear cuatro integrantes de este particular grupo de personas con poderes, donde cada uno es totalmente diferente del otro y reconocible, llegando a reflejar su personalidad de una forma realmente arrolladora.
No obstante, y pese a lo acertado de su gusto artístico y creativo, hemos de señalar también algunas de las carencias de Dustborn y es que es que algunas de las animaciones son algo robóticas, llegando a parecer un tanto forzadas y que puede llegar a romper un poco el ritmo de la aventura.
Lo primero que tenemos que decir es que, en un título donde el contexto, o más bien la tapadera, gira en torno a la música y a ese grupo de punk, es que esperábamos que la banda sonora tuviera un peso mayor. Como hemos dicho anteriormente no es que sea mala, para nada, tiene temas bastante pegadizos, pero quizás hay poca variedad y queda un tanto diluida ante el componente narrativo del juego.
Hay que señalar también que Dustborn llega doblado al inglés y con subtítulos en castellano. Sobre esto último tenemos que señalar que, siguiendo la tónica del juego ha optado por un lenguaje inclusivo para dar mayor empaque al mensaje y al contexto que quiere transmitir..
Dustborn es un título arriesgado, fresco y variado que tiene una narrativa interesante por bandera y que se va poco a poco construyendo sobre el grupo protagonista, pero se ve empañado por unos aspectos técnicos y jugables algo desfasados o repetitivos, como esas fases de combate y donde quizás podríamos aplicar el dicho de “menos es más”, pues quitando algunos elementos y mecánicas el juego podría haber sido más potente, enfatizando en esa narrativa y en su historia,
Dustborn ya se encuentra disponible en versión digital para PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox Series y PC. La edición física para PlayStation 5 Y Xbox Series X ha sido distribuida por Meridiem e incluye:
- Dos postales de lugares clave visitados por la tripulación.
- Un mapa de la República Americana, con un listado de todas las paradas que la tripulación tiene que hacer antes de llegar a su destino final.
- Un cómic precuela de 32 páginas sobre la vida de la tripulación antes de aceptar esta arriesgada misión.
- Pegatinas de los elementos icónicos del juego.
Hemos realizado este análisis gracias a un código para PlayStation 5 proporcionado por Meridiem.
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