En los últimos años la plataforma de crowdfunding Kickstarter se ha convertido en la cocina de títulos indies realmente interesantes; ha sido un lugar que muchas desarrolladoras han utilizado como lanzadera para presentar sus juegos y reunir fondos para llevarlos a cabo. En muchas ocasiones estos han tenido un final feliz, logrando incluso superar con creces el objetivo inicial instaurado por los instigadores de dichas campañas, aunque, lamentablemente, otros no han tenido la misma suerte.
Pero hoy vamos a hablar de uno de esos títulos exitosos, se trata de Sword of the Necromancer, un juego desarrollado por el estudio catalán Griomorio of Games y cuya campaña de Kickstarter, iniciada el pasado 8 de abril, recaudó un total de 201-526€, de los 15.000€ necesarios para culminar con éxito el proyecto. Distribuido por JanduSoft, ya se encuentra disponible para PlayStation 5, PlayStation 4, Xbox Series X/S, Xbox One, Nintendo Switch y PC.
Sword of the Necromancer nos narra el épico viaje de Tama, una antigua bandida, quien ha fracasado en la tarea de escoltar a la sacerdotisa Koko durante su peregrinaje. En ese peligroso viaje Koko muere y Tama, apenada por la tragedia, decide cargar con el cadáver de la sacerdotisa hasta la cripta del Nigromante, un lugar en el que, según las leyendas, se encuentra una espada con el poder de resucitar a los muertos y que responde al nombre de la Espada del Nigromante.
La Espada del Nigromante proviene de una leyenda que narra como un hereje se alzó contra los dioses con el objetivo de obtener la vida eterna, algo que consiguió al crear ese catalizador con el que podría devolver la vida a los muertos. Con el paso de los siglos esta leyenda se convirtió en un auténtico mito y llegó a los oídos de muchos, incluida Tama, quienes buscaban ese poder arcado ya perdido.
De esta manera en Sword of the Necromancer viviremos una historia llena de melancolía y tristeza por la pérdida de Koko a través del desesperado viaje de Tama por conseguir la espada. La historia se nos irá narrando cada vez que completemos los diversos niveles que componen este roguelike con grandes dosis de ARPG, en el que iremos descubriendo poco a poco la gran relación que unía a las dos protagonistas de esta emotiva historia.
Sword of the Necromancer es un roguelike de generación procedural cuyas mecánicas se enlazan con las de los ARPG más clásicos. Hasta aquí podríamos hablar de un gran número de títulos que se enmarcan dentro de estas características, pero lo interesante del videojuego desarrollado por el estudio catalán lo encontramos en la posibilidad de utilizar la Espada del Nigromante para resucitar a los enemigos que hayamos derrotado previamente, haciendo que se unan a nuestras filas para hacer frente a los peligros que están por venir.
La propia historia del juego va introduciendo este componente tan importante. Como hemos comentado, el principal objetivo a cumplir por Tama es resucitar a su compañera Koko utilizando para ello la espada prohibida. Al comenzar el juego no dispondremos de esta arma, pero rápidamente, tras completar la primera mazmorra, este objeto se incorporará a nuestro arsenal de manera permanente, siendo una de las armas más útil en nuestro inventario.
Pero las cosas no podían ser tan sencillas; evidentemente la ladrona no consigue llevar a cabo su objetivo a la primera, la espada ha perdido su poder y deberá restaurarlo antes de conseguir resucitar a la sacerdotisa. Para esto deberemos ir completando una serie de mazmorras repletas de monstruos, y generadas proceduralmente, y derrotar al boss de turno que se encuentra al final de esta y que hará que la espada vaya recuperando poco a poco su fuerza.
Hay que tener en cuenta que en Sword of the Necromancer se materializan con gran acierto algunas de las características básicas de los roguelike con es ese sistema procedural y la muerte. Cada vez que entremos a una mazmorra esta se generala de manera aleatoria, tanto sus enemigos como los objetos y cofres que en ella se encuentran. Esto hace que el título sea verdaderamente rejugable pues muy rara vez encontraremos dos niveles iguales. Este sistema propicia que tengamos que tener mucho cuidado en cada uno de los pasos que demos pues es un juego realmente exigente y si morimos regresaremos a la zona central de la cripta, perdiendo gran parte del progreso, experiencia, niveles y objetos que tengamos en el momento de morir.
Pero quizás la mayor dificultad que encontramos en el juego sea su inventario. Nuestro equipo estará limitado a cuatro objetos en total que podemos llevar, lo que hace que tengamos que pensar muy bien lo que más útil pueda sernos durante la partida. En este particular hándicap tenemos que tener presente que la Espada del Nigromante ya ocupará uno de los huecos en nuestro inventario, y prácticamente tendremos que llevarla de forma obligatoria, por lo que tendremos que hacer verdaderas pericias para saber que llevar. El resto de huecos podremos ocuparlos con otras armas, accesorios u objetos de curación que vayamos encontrando a lo largo de la partida, aunque dispondremos de un baúl en el que podremos ir depositando aquellos elementos sobrantes para que no sean desaprovechados.
Quizás el elemento más crucial en esa limitación del inventario sean los propios monstruos ya que estos ocuparan un hueco como si fueran un objeto más. Cada vez que uno de estos seres que pueblan las mazmorras caiga en combate podremos acercarnos a ellos y resucitarles, de esta manera se incorporarán a nuestro inventario y podremos invocarles en cualquier momento. Este sistema será realmente fácil pues bastará con pulsar el botón de acción en el que este asignado para que aparezca y entre en combate con otros seres. Nuestras invocaciones no serán inmortales y tendrán una barra de vitalidad, una vez agotada esta morirá, aunque en algunas ocasiones podremos volver a revivirlas. Pero hacer que estos seres combatan también tiene sus ventajas puesto que también ganarán experiencia y subirán de nivel, aumentado así su poder e incluso adquiriendo nuevas habilidades.
Aunque este sistema es bastante original y nos proporciona una gran ayuda, hemos de decir que es un tanto impreciso ya que no actúa de una manera demasiado fluida. En primer lugar, hemos de indicar que una vez invocados estos seres se quedarán vagando por las zonas cercanas, aunque no haya enemigos cerca y no nos seguirá. Para evitar esto último deberemos acercarnos a ellos y desinvocarlos, algo que puede resultar algo tedioso. El otro problema que encontramos es que tiene una IA un tanto baja y no atacarán de la manera más eficiente.
En cuanto al resto de elementos del gameplay del juego, hemos de decir que es bastante sencillo, pero exigente. En cada mazmorra deberemos derrotar a los enemigos que nos encontremos; estos serán de diferente tipo y nos atacarán de distinta manera, desde ataques a distancia hasta cuerpo a cuerpo. Aunque el verdadero objetivo en cada uno de estos mapas es localizar una llave que puede estar escondida en un cofre o tenerla un enemigo que nos soltará al derrotarle. Una vez que tengamos este objeto podremos ir hacia la sala cerrada y allí enfrentarnos contra el boss que habita en la zona y al que será necesario derrotar para acceder a una nueva zona.
El enfrentamiento contra esos bosses finales es uno de los aspectos más emocionantes y desafiantes de Sword of the Necromancer. Es aquí donde esta el verdadero desafío del juego se hace presenta ya que cada uno de estos están diseñado para ponernos las cosas realmente difíciles. Para poder derrotarlos deberemos hacer uso de todos los objetos que tengamos en nuestro inventario, así como también tendremos que contar contra los diferentes monstruos que hayamos ido incorporando a nuestro arsenal. Aún con esto será realmente complicado, aunque, como siempre, el truco consistirá en observar sus movimientos y saber en qué momento atacar y en qué momento esquivar. No obstante, en los primeros momentos estaremos muy desprotegidos y se basará en un ensayo y error y en morir algunas veces para poder derrotarles. Una vez que haya mordido el polvo aparecerán ante nosotros una recompensa, la posibilidad de volver a la zona central y también el nuevo camino para poder seguir avanzando y pasar a la siguiente mazmorra.
Avanzar por las diferentes mazmorras de Sword of Necomancer es complicado, aunque hemos de decir que si somos hábiles podremos ir acumulando los niveles de Tama sin perderlos haciendo que de esta manera sea más sencillo. De igual manera también hemos de mencionar que existe un modo cooperativo local para dos jugadores con los que podremos jugar con otro jugador, teniendo así una pequeña ayuda extra.
En cuanto a la duración de Sword of the Necromancer hemos de decir que es complicada de cuantificar ya que es un juego que depende de la habilidad del jugador y de la suerte que tenga con los objetos y monstruos que le aparezcan en las mazmorras y pueda reclutar para su ejército. De igual manera hay que señalar que es un juego que por su vertiente roguelike es muy rejugable gracias a su componente aleatorio, además contará con una serie le logros que podremos ir desbloqueando, así como de diversos extras que podemos ir coleccionando a lo largo de la aventura.
Sword of the Necromancer presenta un estilo artístico pixel art bastante notable que nos recuerda a los títulos de décadas pasadas, concretamente a los lanzados durante las generaciones de 8 y de 16 bits. Es cierto que en los últimos años este estilo ha inundado por completo el mercado indie dejándonos títulos que son auténticas obras de arte, y esto es algo que en el juego de Grimorio of Games podemos ver en su mundo, donde van a destacar sobre todo el diseño de los propios enemigos, así como también el de los bosses.
El diseño artístico se ve complementado por unas estupendas ilustraciones realizadas a mano que serán las encargadas de ir narrándonos su historia a través de diversos fotogramas que tendrán lugar tras acabar con alguno de los bosses del juego. Es cierto que estas secuencias no están animadas y son un cuadro estático, pero tienen un encanto especial y están realmente bien trabajadas.
En cuanto a su rendimiento, hemos de señalar que en nuestro caso hemos podido probar el juego en una Nintendo Switch y funciona perfectamente tanto en el modo dock como en portátil. Aunque es cierto que el juego permanece estable prácticamente en la totalidad, hay ciertas caídas de fps en momentos puntuales, sobre todo en los enfrentamientos contra los bosses.
A nivel sonoro Sword of the Necromancer cumple con creces, presentándonos una variedad de temas musicales bastante completa. Aquí podemos ver como esos acompañamientos musicales irán creciendo de nivel cada vez que vayamos avanzando por las diferentes mazmorras del juego, siendo presentes con una mayor fuerza durante el enfrentamiento contra los diferentes bosses. Hemos de señalar de igual manera que el juego cuenta con subtítulos en castellano, además de un doblaje con voces en inglés y japonés, para que elijamos el que más nos guste.
Sword of the Necromancer es un roguelike bastante notable, con unas mecánicas originales bien implementadas. Su sistema procedural hace que el juego sea realmente rejugable, además su vertiente ARPG es muy acertada y hace que el juego sea activo y desafiante. El poder invocar a los monstruos tras derrotarlos da una nueva dimensión a los combates y nos permitirá planear diferentes estrategias. No obstante, hemos de decir que es un título con ciertas limitaciones y que puede hacerse algo tedioso, aunque también es cierto que Grimorio of Games esta trabajando en diferentes actualizaciones que harán de su juego un producto más redondo.
Sword of the Necromancer ya se encuentra a la venta en formato digital para PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch y PC.
Hemos realizado este análisis gracias a un código para Nintendo Switch proporcionado por Plan of Attack.
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