Con la llegada de la nueva generación de consolas la expectación ha expectación ha estallado. Muchos jugadores esperábamos que las nuevas consolas de Sony y de Microsoft se pusieran a la venta para hacernos con alguna de ellas, o con las dos, y con su llegada al mercado también lo hacían los primeros juegos exclusivos para dichos sistemas de juego. Uno de ellos ha sido Godfall, precisamente el cual tuvo el honor de ser el primer título anunciado para PlayStation 5. El título, desarrollado por Counterplay Games y editado por Gearbox, ya se encuentra disponible para la nueva generación, y llega con el objetivo de hacernos sentir toda la adrenalina del combate entre diversas fuerzas divinas.
Uno de los puntos más interesante de Godfall se encuentra posiblemente en el mundo que Counterplay Games ha construido. Un lore en el que los diversos dioses luchan entre sí para hacerse con el poder. Lamentablemente, hemos de decir que se encuentra muy desaprovechada ya que, a parte de unas pinceladas, no se desarrolla demasiado y pensamos que podía haber dado para mucho dado lo atractivo de la mitología que expone.
La historia nos pone en contexto de la lucha entre dos hermanos en un mundo de fantasía y ciencia ficción. Ambos forman parte de diversas facciones divinas y su duelo acaba cuando uno de ellos, el protagonista, es derrotado cae desde una alta torre. Dado por muerto por sus rivales, el dios protagonista de este viaje deberá unirse a sus compañeros de armas para derrotar a su hermano antes de que obtenga todos los poderes necesarios para convertirse en un Dios supremo. De esta manera, la aventura nos contará precisamente eso, el viaje de un dios caído para renacer y derrotar a aquel que en el pasado le derrotó.
Con Godfall, Counterplay Games nos ofrece un título de acción puro y duro. Es un título de acción en tercera persona con mecánicas hack n´slash en el cual deberemos ir avanzando por diversas salas y parajes a golpe limpio para derrotar a todos los enemigos que encontremos a nuestro paso.
La configuración de la aventura es bastante lineal. Aunque hay cierto margen para la exploración, esta será algo limitado y pasaremos horas y horas explorando los largos, pero también bellamente recreados, pasillos y estancias mientras derrotamos a nuestros enemigos. El sistema de progresión de la aventura se divide en una serie de misiones principales, las cuales serán obligatorias para completar la aventura. Junto a estas tendremos otras denominadas como misiones de cacería las cuales se pueden repetir y nos servirán para ganar nuevo equipo y experiencia. Pero, tras completar la aventura principal, desbloquearemos una modalidad más llamada torre de las pruebas, un modo cuya estructura y mecánicas se asemeja a un roguelike y donde se desatará la acción más pura.
Profundizando en su sistema de combate, es aquí donde se encuentra una de las mayores bazas de la aventura; tomando el esquema clásico de títulos como God of War, en Godfall tendremos un sistema de combate basado en ataques fuertes, ataques rápidos, esquivar y bloquear. Estas mecánicas básicas de hack n-slash estarán disponibles desde el principio de la aventura, pero, según avancemos en nuestra gesta, iremos incorporando nuevas habilidades y ataques realmente devastadores a nuestro arsenal. Precisamente esas nuevas habilidades permanecerán bloqueadas y deberemos desbloquearlas a través de un árbol de habilidades. La mayoría de estas se ejecutarán manteniendo pulsado algunos de los gatillos del mando y, a la vez, algún botón de acción. Gracias a estas habilidades el juego ganará dinamismo y nos servirán para hacer frente a algunos enemigos; por ejemplo, hay algunas habilidades especiales, como la rompealmas, que nos permitirán una serie de golpes contundentes a los enemigos y hacerles caer. Por supuesto, para adquirir estas habilidades será necesario subir de nivel ya que cada vez que eso pase adquiriremos un punto para invertir en dicho árbol de habilidades.
Pero quizás donde encontramos una deficiencia a la hora de encarar los combates es en el propio sistema de fijación del objetivo. El principal problema de esto es que resulta muy complicado cambiar de blanco una vez que le hemos focalizado, quedando así expuestos a los ataques de otros enemigos. A esta limitación también se encuentra agravada por el juego de cámaras y es que, al encontrarse tan cercana a nuestro avatar, se producirán puntos ciegos y no veremos prácticamente nada de lo que pasa a nuestra espalda, por lo que deberemos estar en continuo movimiento para evitar que los enemigos nos rodeen y nos cojan desprovistos.
Con estas mecánicas Godfall se convierte en un hack n´slash de manual, pero tiene sus particularidades. Al comienzo de la aventura podemos permitirnos ir directamente a por nuestros enemigos, pero, según avancemos en el recorrido, comprobaremos como ir de cabeza no siempre es la mejor solución. El combate se vuelve más estratégico y, en muchas ocasiones, algo más pausado, ya que deberemos observar los movimientos de los enemigos y como atacan para contratacar. En este momento será donde se den la mano la ofensiva y la defensiva ya que es posible que en algunos momentos el mejor ataque sea una defensa que haga frente a los embistes enemigos.
Pero claro, para atacar a los rivales deberemos hablar de las armas y de estas hay una variedad bastante amplia, y es aquí donde entra en juego ese componente de looter slasher, heredado de los looter shooter tan característico de algunos juegos como la saga Boorderlands. Cada vez que derrotemos a algún enemigo, sobre todo a los especiales o a los bosses, o en los diversos cofres repartidos por el juego, tendremos una oportunidad de que nos suelte un arma, accesorio o equipamiento, pero esta no será la misma en cada partida ya que dependerá de la suerte por lo que seguramente en varias partidas contaremos con objetos diferentes. La auténtica pena es que, aunque hay una gran variedad de armas, sus modelados y categorías están algo limitadas, pudiendo dividirse en espadas, espadas dobles, espadón, martillo y lanzas, y contando cada una de ellas con pocas variantes, a parte de los propios atributos, que es donde residirá verdaderamente su poder.
Junto a las armas de ataque, las armaduras son una de las grandes protagonistas del juego. El diseño de cada una es una autentica pasada, pero no solo lucen en lo estético, sino también en lo funcional. Lo primero que hemos de señalar es que estas se irán desbloqueando progresivamente, y necesitaremos recursos para poder adquirir nuevas. Cada una de ella contará con ciertos rasgos que condicionarán, en cierta medida, a nuestra forma de luchar ya que algunas nos darán ciertos bonus a determinadas características.
Toda esta preparación, por medio de armas, accesorios y armaduras, junto a el árbol de habilidades y subir de nivel, será una preparación para hacer frente a los bosses. No hay muchos, pero estos nos podrán entre las cuerdas por su dificultad. Estos duelos son realmente épicos y aquí deberemos poner la práctica todo lo que vayamos aprendiendo durante el transcurso de la aventura. Pero, tal y como pasa en muchos juegos, tras un par de minutos empezaremos a aprender sus patrones de movimientos y rápidamente caerán.
Godfall no es un juego difícil ni complicado, es un título realmente asequible y divertido. Pero, aunque es perfectamente disfrutable en solitario, se nota que Counterplay Games ha desarrollado su título pensando en otros sistemas como Destiny, ya que podremos compartir nuestra partida con otros jugadores. Aunque no llega a convertirse en un PVE, si toma ciertos recursos de estos, y es precisamente en esos momentos donde el juego gana bastante ya que luchar codo a codo con otros jugadores se hace especialmente divertido. Completar la historia principal de Godfall puede llevarnos unas diez horas de juego. No es una duración demasiado larga, pero esta se ve compensada con el futuro contenido que parece estar en camino para el juego, o con ese fantástico endgame que se abre tras completar la aventura y que nos mantendrá enganchados un buen puñado de horas.
Y por último queremos hablar de como Godfall hace uso del DualSense. Es cierto que no esta muy implementado como en otros títulos de estudios exclusivos de Sony, como Sackboy o Demon´s Souls Remake, pero si que vemos cómo se han incluido algunos efectos en el mando realmente interesantes. Uno de los más llamativos es a la hora de cargar ataques y de soltarlos donde se hace presente la resistencia de los gatillos adaptativos del mando.
En su apartado artístico es donde más brilla el juego. Lo primero que tenemos que decir es que desde la misma secuencia de introducción Counterplay Games pone toda la carne en el asador y despliega un verdadero festival de efectos especiales que nos ha asombrado. En especial hemos de señalar el gran trabajo artístico de las armaduras, las cuales son una atentica pasada. Cada vez que aparece un personaje principal acorazado nos ha sorprendido por su gran diseño. Además, esto se ve acompañado con un muy acertado, aunque no demasiado variado, diseño de enemigos los cuales nos trasladan hacia un mundo de fantasía celestial bastante llamativo. Hemos de señalar que quizás donde peca es el en el diseño de mundo; solo hay tres zonas diferentes, aunque perfectamente diferenciadas unas de otras, pero quizás es algo escasa, pero, si somos sinceros, nos han parecido una maravilla recorrerlas y observar cada detalle que se refleja en cada una de ellas.
Su rendimiento también es una maravilla. El juego se mueve de lujo en PlayStation 5, siendo este precisamente uno de sus puntos destacados de la aventura. En todo momento se mantendrá unos 60 fps estables, lo cual es un requisito casi obligatorio para un juego de estas características, lleno de acción y dinamismo. Pero además todo ello se ve acompañado con unos efectos de iluminación muy trabajos, donde incide con especial atención el uso de partículas.
El apartado sonoro no destaca como debería. La banda sonora simplemente acompaña pero nos hubiera gustado un golpe de efecto mayor pues, una composición adecuada en el momento preciso, hace que toda la atmósfera cambie y se vuelva más época y creemos que eso es uno de los puntos que falla a la aventura. En lo que si, donde destaca notablemente es en un doblaje en ingles bastante profundo y unos efecto de sonido bien implementados.
Godfall ha soportado un gran peso, el ser el primer juego anunciado para PlayStation 5, Esto hizo que levantara mucho hype entre los que esperaban su debut y, cuyo resultado, es unas expectativas que quizás no se han cumplido del todo. Seguramente muchos esperábamos más de Godfall, pero eso no quiere decir que lo que hayamos recibido sea un mal juego pues, aunque pensamos que su historia se ha desaprovechado, su jugabilidad se hace tremendamente adictiva y sus efectos visuales y apartado artístico es una auténtica pasada, y es precisamente por esto por lo que posible será recordado.
Godfall ya se encuentra a la venta en tanto en formato físico como en formato digital para PlayStation 5.
Hemos realizado este análisis gracias a un código para PlayStation 5 proporcionado por PlayStation.
Deja una respuesta