Hoy os traemos uno de los juegos indies más esperados del año: Indivisible, desarrollado por Lab Zero Games y distribuido por 505 Games. Indivisible ha salido a la luz tras una exitosa campaña de crowdfunding en 2015 a través de Indiegogo. Aunque a inicio de campaña no llegaron al objetivo, tras una ampliación consiguieron el presupuesto necesario para comenzar, y tras casi cuatro años de desarrollo al fin ha visto la luz.
La historia se centra en Ajna (Tania Gunadi), una joven que vive en una aldea junto a su padre, sin saber apenas nada sobre su madre y sus orígenes. Un día, aparece el ejército de Ravannavar (Michel Dorn), comandado por un joven llamado Dhar (Benjamin Diskin), y masacran a toda la aldea, matando su padre. Durante la lucha, Ajna lo absorbe a su mundo interior, sin saber si podrá salir. Durante el camino para vengar a su padre y descubrir su pasado, irá conociendo a una gran variedad de personas, que la acompañarán en su mundo interior, prestándole su fuerza para salvar al mundo de una amenaza que está a punto de despertar.
Nos encontramos en un juego que combina el RPG con las plataformas, en la que iremos avanzando a través de nuevas habilidades en los saltos. El movimiento es en 2D de scroll lateral. El juego no cuenta con autoguardado, tendremos que guardar ante unos altares.
Al conseguir un personaje, nos dará una pequeña guía de lo que puede hacer en combate. Algunos y algunas harán ataques con armas cuerpo a cuerpo, a distancia, magia u otras acciones, como la curación o cargas para potenciar el ataque siguiente. Tendremos esta información disponible en el menú.
Para los combates, tendremos seleccionados 4 personajes, en la que Ajna es obligatorio que esté, y los otros y otras 3 las elegiremos según sus habilidades o según las necesidades del combate que vayamos a tener. En el menú podremos ver los atributos de cada personaje: PS, ataque y velocidad, en una valoración de estrellas, con un máximo de 5.
Ya dentro del combate, cada uno de ellos y ellas tendrá una posición, que se traducirá en uno de los botones del mando. Podremos encadenar los ataques para acumular iddhi, que nos permitirá realizar los ataques especiales o bien resucitar a alguien que se haya muerto (curando a los otros/as también). Tras cada combate, se adquirirá experiencia, con Ajna esta experiencia nos ayudará a ir subiendo de nivel, mientras que el resto subirá la afinidad con Ajna.
En las zonas pobladas y en el mundo interior podremos hablar con los y las habitantes de los mismos. En algunos casos podremos desbloquear misiones secundarias, con las que podremos obtener nuevos personajes.
Como hemos dicho anteriormente, para ir avanzando tendremos que desbloquear nuevos saltos y tipos de disparo. Cuando tenemos casi todos aprendidos, el manejo de Ajna se complica y la jugabilidad empeora, en bastantes ocasiones necesitaremos encadenar distintos tipos de saltos, y al necesitar hacerlo rápidamente no se ejecutan bien.
Por último, a lo largo del juego podremos recolectar ringsels, que son unas piedras que tratadas por dos monjes, nos ayudarán a subir el ataque y la defensa. Nos podemos valernos del mapa para conocer su posición, ya que habrá veces en las que aún no podemos acceder a ellas, y además de conocer nuestra posición, la de los altares de guardado, etc.
La estética que nos presenta este juego es estilo cartoon, con mucho detalle y colorido.
Los personajes tienen estéticas y cuerpos muy variados, adaptándose a sus historias y sus atributos. Además, en el mundo interior, tras conseguirla, podremos cambiar la paleta de colores de todos los personas jugables.
Cada uno de los escenarios está personalizado, dependiendo de la naturaleza de la zona, utilizando paletas de colores diferenciadas y elementos arquitectónicos diferentes. Vemos ciudades con influencias mediterráneas, precolombinas, árabes, etc.
Por último, tendremos una serie de cinemáticas, que siguen la misma estética y calidad de las partes jugables, por lo que ayudan a la inversión en el juego.
Nos encontramos con un doblaje en inglés y con subtítulos en español, con un doblaje claro y un tamaño y fuente de letra que ayudan a seguir la historia.
La banda sonora es instrumental, y se adapta al espacio y situación en la historia que estemos viviendo en el momento.
En Indivisible, nos encontramos un juego con un gran desarrollo visual y con una historia que, aunque no sorprende, está bien hilada y entretendrá al jugador/a. Además, las diferentes, y en ocasiones variopintas, personalidades de los personajes que aparecen a lo largo del juego nos harán empatizar con ellas y ellos e introducirnos más de la historia. Es cierto que en ocasiones la jugabilidad se ve embarrada por problemas con los comandos, pero en general es entretenido y no decepciona. La duración estimo que para una persona con una habilidad media será de 20 horas de duración, yo como me he comido mucha pared y me desoriento fácilmente (gracias Lab Zero por incluir el mapa), he tardado bastante más, así que es un juego que vais a amortizar y que, si sois fans de este género, os va a entretener muchísimo.
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