Un año después de su salida en PlayStation y PC, Dragon Quest XI llega a Nintendo Switch. La esperada última entrega de la franquicia de Square Enix aterriza en la híbrida de Nintendo cargada de novedades con su bautizada como Edición Definitiva, aportando nuevas formas de completar la aventura, objetos exclusivos y otras opciones que hacen de esta versión un aliciente lo suficientemente atractivo como para lanzarnos de cabeza de nuevo a querer completar esa aventura que nos maravilló hace ya un año.
En Dragon Quest XI S: Ecos de un pasado perdido tomaremos el control de un joven que no conserva demasiados recuerdos de su pasado. Aunque previo a esto se nos presenta una fantástica introducción en la que se nos desvela algunos de los eventos que sucedieron tras su nacimiento, así como que él está destinado a convertirse en el Luminario, siendo el descendente de aquellos héroes legendarios que derrotaron al mal en el pasado.
Nuestro héroe no tendrá un nombre definido, algo ya común en la saga, y comenzaremos la aventura en un apacible pueblo para realizar una prueba que es la que determina que un joven se convierte en hombre y puede salir de ese lugar a explorar el mundo. A partir de este momento comenzará un épico periplo que nos llevará a recorrer un enorme mundo lleno de emplazamientos y bellos lugares en donde iremos conociendo a diversos personajes que se unirán a nuestra empresa. Los héroes irán uniendo fuerzas y conoceremos más de ellos gracias a pequeñas minihistorias entrelazadas que resultan realmente interesantes, aunque eso sí, hemos de decir que algunas de ellas caen en tópicos un poco manidos y en recursos que ya se han empleado en más de una ocasión en otros RPGs o en animes.
Pero la historia de Dragon Quest XI S: Ecos de un pasado perdido se encuentra llena de sorpresas, giros de guión y de cosas por descubrir. Tal y como hemos indicado, nuestro Héroe, al que podremos dar el nombre que queramos, se unirá a Erick, Verónica, Serena, Servando, Rob y Jade con el objetivo de acabar con una alargada sombra maligna que se extiende por el mundo. Ellos serán los únicos que podrán poner fin a ese mal y nosotros seremos los encargados de guiarles en esa magnífica gesta que nos tendrá absortos durante horas y horas hasta lograr completar y descubrir cada uno de los entresijos que nos aguarda en esta fantástica aventura de fantasía medieval, convertida en uno de los mejores títulos de la franquicia Dragon Quest.
Dragon Quest XI S: Ecos de un pasado perdido – Edición Definitiva presenta, en su mayoría, los mismos elementos que el título ya mostraba en sus versiones anteriores, aunque introduciendo una serie de nuevas funciones que, a día de hoy, son exclusivas para Nintendo Switch:
- Posibilidad de alternar entre gráficos de alta definición o en 16 bits, mostrando un aspecto retro similar a los juegos de Snes.
- Nuevas misiones secundarias con las que podremos visitar otros mundos de pasados juegos de la franquicia Dragon Quest.
- Nueva banda sonora orquestal.
- Nuevas historias adicionales para algunos personajes.
- Posibilidad de seleccionar el audio entre inglés y japonés.
Enumerando ya esas atractivas mejoras, hay que remarcar que la base jugable de Dragon Quest XI es similar a la que puede presentar un RPG clásico; tendremos combates, zonas de exploración que se dividen entre ciudades, mazmorras y espacios más abiertos, y una gran variedad de conversaciones con las que iremos descubriendo más sobre el mundo del juego.
Pero queremos empezar hablando por los combates y sus novedades. Quienes hayan ya jugado a la edición lanzada el año pasado ya conocerán que se han introducido algunas modificaciones a la hora de enfrentarnos a los enemigos, aunque conservan toda la esencia de la saga. En Dragon Quest XI los enfrentamientos no serán aleatorios, veremos a los enemigos merodeando por los diversos mapas y zonas del juego, gracias a esto tendremos algunas ventajas, pero también desventajas, como la posibilidad de efectuar ataques preventivos si atacamos nosotros primeros nada más verlos en el mapa, algo verdaderamente útil pues beneficiará a nuestro turno de acción y también le habremos quitado algo de vida antes de empezar. Aunque también puede para el caso contrario y si somos sorprendidos por ellos empezaremos en un estado de aturdimiento y ellos serán los primeros en realizar acciones.
Dentro de los combates también encontramos otras novedades. Aquí entra en juego la llamada lucha libre donde veremos que aparecerá marcado en el suelo un círculo y nuestro personaje principal seleccionado podrá moverse libremente por dicha zona, pudiendo de esta manera intentar esquivar los ataques de los enemigos. Si utilizamos esta modalidad de lucha podremos realizar ataques normales, habilidades y conjuros, es una novedad bastante atractiva que da una vuelta de tuerca a la clásica saga.
Junto a esta cámara de lucha libre también tendremos la clásica, algo que proporciona una experiencia de juego más tradicional, para aquellos que busquen una aventura de Dragon Quest como las de antaño. Seleccionando esta opción no podremos movernos y únicamente podremos seleccionar las acciones que cada uno de los personajes pueda ejecutar, pero aquí, a diferencia del modo libre, podremos controlar a todos los integrantes del grupo que estén presentes en la lucha, siguiendo el sistema por turnos tan característico de la franquicia.
Sea cual sea el sistema de combate que hayamos elegido, durante el desarrollo de los mismos solo podrán participar cuatro de los siete personajes que se unen a nosotros durante la aventura, aunque en algunos momentos se nos podrá sumar un integrante extra, aunque este no estará bajo nuestro control. Cada uno de estos personajes cuenta con unas habilidades y formas de atacar únicas, aunque algunas habilidades serán comunes, por lo que hemos de tener en cuenta esto antes de combatir contra determinados enemigos pues en ocasiones tendremos que cambiar nuestra formación para ser más letales.
Pero ya sea contra enemigos normales o contra bosses, al vencer seremos recompensados con puntos de experiencia lo que hará que subamos de nivel. Cada vez que aumentamos nuestro nivel obtendremos una serie de puntos de habilidad para gastar en el árbol de habilidades. Esto resulta muy interesante pues dependiendo del personaje en cuestión podremos aumentar una serie de atributos como la magia, fuerza o destreza, por ejemplo. Pero también podemos adquirir ciertas habilidades que hará a nuestros personajes más poderosos y que modificarán su manera de actuar en los combates, como puede ser la habilidad de atacar con dos espadas, dos dagas, u otras armas, pero también aprenderán diversos conjuros o habilidades que pueden resultarnos la mar de útiles.
Pero su puesto tendremos una gran variedad de armas con las que podemos equipar a nuestros personajes, también escudos, armaduras y accesorios. Este punto está estrechamente relacionado con el anterior ya que para podernos equipar algunos elementos tendremos que desbloquear su ranura en el árbol de habilidades. También señalar que habrá algunos personajes que son más afines a atacar con determinadas armas, algo que tenemos que tener muy en cuenta a la hora de componer nuestro grupo.
Y antes de acabar con los aspectos más relacionados con los combates hay que hablar de la Inspiración. Esto, a todos los efectos, es como una especie de límite que se activará en algunos combates bajo unas circunstancias un tanto aleatorias. Una vez que se active nuestra inspiración veremos como el personaje en cuestión será rodeado por un aura azul y aumentarán sus parámetros, además también podrá realizar un ataque realmente devastador. Si tenemos la suerte de que en un combate entren en este estado varios personajes a la vez estos podrán realizar ataques conjuntos, los cuales se podrán ir desbloqueando progresivamente en el árbol de habilidades, y cuyos efectos serán variables, pudiendo ir desde efectos curativos y mejoras de estos para los integrantes al grupo, a poderosos ataques para todos los enemigos presentes en el combate.
Fuera de los combates tendremos un desarrollo de la aventura bastante abierto. Tendemos una serie de misiones principales que serán las que nos irán marcando el próximo objetivo a cumplir. Pero junto a estas también tendremos algunas secundarias que nos servirá para obtener recursos, objetos, y dinero, además de conocer ciertas historias sobre algunos NPCs que pueblan este mundo de fantasía, de las cuales algunas resultan bastante interesantes. Sobre el desarrollo de estas tenemos que decir que son muy numerosas pero no demasiado variadas ya que la mayoría de ellas consistirán en derrotar a algún enemigo, recuperar cierto objeto y seguir una serie de indicaciones que nos remiten.
Estas misiones, tanto las principales como las secundarias, están estrechamente relacionadas con el factor de exploración del juego, una de las señas de identidad de este tipo de juegos y que en Dragon Quest XI S: Ecos de un pasado perdido – Edición Definitiva se ve reflejado en aspectos bastante notables. Tendremos un extenso mundo dividido en diferentes mapas interconectados entre sí y que se dividen a su vez en diferentes biomas; como desiertos, praderas, zonas nevadas, etc… Podremos recorrer y explotar estas zonas a nuestro antojo, no son del todo espacios abiertos, pero si lo suficientemente grandes como para perdernos y querer descubrir cada uno de los secretos que incluyen, como cofres, minimedallas u objetos que podremos romper.
Podremos patearnos este amplio mundo a pie, pero también podemos capturar a ciertos enemigos y utilizarlos como monturas, para así poder avanzar más rápido, o llegar a zonas que sin ellos no sería posible. Pero también podemos desbloquear algunos puntos de viaje que se encuentran en los campamentos, que, por medio de un hechizo, podemos teletransportarnos directamente a ellos para evitarnos caminatas innecesarias.
Llegados a un punto del juego también será posible desplazarnos por mar y por tierra, gracias a un barco y a una criatura voladora. De esta manera llegaremos a diversas zonas secretas en las que descubriremos nuevos objetos y recetas que podremos utilizar en la Forja fantástica para obtener nueva equitación o mejorar la que tengamos.
La Forja Fantástica será sin duda uno de nuestros mejores aliados. Este objeto sigue la tónica de otros juegos de la franquicia en los cuales habría objetos que cumplan una función similar. En determinado punto de la aventura la desbloquearemos y podremos utilizarla en algunos puntos concretos, como en esos campamentos ya nombrados con anterioridad cuando elijamos a la opción de descansar en ellos. Su funcionamiento es simple de comprender pero algo complicado de dominar. Para utilizarla tendremos que tener en cuenta dos factor importantes; haber adquirido una receta que nos dé acceso a ese objeto que queramos construir, y los elementos que se indique en dicha receta. Una vez que hayamos elegido crear algún objeto se nos abrirá una nueva ventana, como si fuera un minijuego, donde tendremos que ir golpeado con un martillo alguna de las diferentes partes del molde hasta que lleguemos al punto óptimo. Hemos de tener cuidado de no pasarnos ni quedarnos cortos ya que esto influirá en la calidad del objeto, pues podremos fallar sino tenemos cuidado, aunque si logramos una forja perfecta obtendremos una pieza de excelente calidad que sea superior a la media.
En cuanto a su duración hay que decir que tendremos juego para rato. La aventura principal supera con creces las 50 horas de juego y puede fácilmente duplicarse si queremos realizar todas y cada una de las misiones secundarias y desbloquear todos los extras. Además el final de la aventura no marcha el final del juego ya que cuenta con un postgame bastante interesante que podrá darnos una buena cantidad de horas más.
Su apartado artístico se mantiene fiel al de otros títulos de la franquicia. De nuevo Akira Toriyama se encuentra detrás del diseño de personajes y enemigos, mostrándonos de nuevo diseños muy reconocidos y que, por su puesto, nos recuerdan a la serie Dragon Ball. Cada uno de los personajes principales están muy bien construidos y, tanto en su aspecto como en su forma de actuar, se muestra su personalidad, aunque algunas son un tanto clichés en los RPG.
En cuanto a su rendimiento hemos de decir que el título se encuentra un eslabón por debajo que las versiones aparecidas hace ya un año, aunque no por esto queremos desmerecer el juego, ni mucho menos. El trabajo de adaptación de Dragon Quest XI es absolutamente sobresaliente, dándonos como resultado un juego muy vistoso y que se disfruta a la perfección tanto en el modo portátil como en el Dock y en la televisión. Aunque en la forma de jugar también se aprecian algunas diferencias ya que en el modo portátil, al tener menos resolución, se puede ver todo más nítido y más fluido, algo que cambia si jugamos en nuestra televisión ya que al aumentar la resolución aparecen algunos dientas de sierra y detalles que pueden chirriarnos un poco. El popping y el rendimiento es quizás lo que más puede lastrar la experiencia de juego. Es muy habitual que en algunas ocasiones, sobre todo en ciudades y en mapas muy amplios, que nos aparezcan de repente algunos elementos que a simple vista no estaban.
Por último tenemos que hacer mención a la posibilidad convertir el juego a 2D y a 16 bits, una opción que nos ha encantado que se incluya ya que está pensado para los fans más nostálgicos de la franquicia y para aquellos que recuerdas los Dragon Quest más clásicos. Para poder utilizar esta función bastará con que vayamos a una iglesia o un campamento, una vez allí podremos seleccionar esta opción y se cambiará de una forma de jugar a otra. Al hacer esta variación también cambiaran algunas mecánicas de juego; por ejemplo los combates ya serán aleatorios y los enemigos no aparecerán en pantalla, además en los combates no aparecerá el avatar de nuestro personaje, estando solo presente los enemigos.
La maravillosa banda sonora de esta entrega sigue la misma tónica que la de los juegos más clásicos. Se han recreado algunas melodías con las que los seguidores de la saga de Square Enix ya están familiarizados y muestra un acabado como nunca antes. La parte filarmónica es sencillamente asombrosa, algo que se nos demuestra desde la cinemática de inicio y que nos adelanta que vamos a vivir momentos llenos de epicidad. Aunque si tenemos que señalar algún defecto en este sentido es su poca variedad, nos hubiera gustado que las piezas hubieran sido más variadas.
Junto a su fantástica banda sonora también se han implementados efectos de sonido realizados de forma sobresaliente. Pero quizás una de las mayores virtudes en este apartado sea su localización al castellano, es sin duda una de las mejores traducciones y adaptaciones a nuestro idioma que hemos visto en un JRPG. En todos los diálogos podemos ver la calidad y el mimo con el que se ha llevado a cabo esta tarea, algo que se puede ver representado en el acento de algunos personajes dependiendo de la región del juego que nos encontremos, expresiones muy coloquiales y populares y la forma de expresarse de los personajes, es una auténtica maravilla.
Si el año pasado ya tuvimos la oportunidad de disfrutar de este sobresaliente JRPG, con Dragon Quest XI S: Ecos de un pasado perdido – Edición Definitiva se nos presenta una nueva oportunidad para disfrutar de uno de los mejores juegos de rol de esta generación, además con unos añadidos muy interesantes que lo hacen único. La historia, el carisma de los personajes, lo bien construida de su narrativa y la infinidad de secretos por descubrir nos mantendrá enganchados durante horas. Sin lugar a dudas es un título que no se le debe escapar a ningún fan de este género ya que pocas veces se puede ver un juego de tanta calidad y tan repleto de diversión.
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