Volvemos al continente asiático con esta serie de Netflix que llegó este año a nuestro país: A Korean Odyssey (Hwayugi), un drama escrito por las hermanas Hong (Hong Jung-eun y Hong Mi-ran). Es un spin-off moderno de la clásica novela china Viaje al oeste de Wu Cheng’en.
La historia comienza con la pequeña Jin Seon-mi (Kal So-won de niña y Oh Yeon-seo de adulta), que es capaz de ver a los espíritus, lo que provoca las burlas de sus compañeros. Un día se encuentra con un extraño hombre (que más tarde descubrirá que es el Rey de los demonios, interpretado por Cha Seung-won) que le pide que recoja un abanico. En el lugar donde se encuentra vive un hombre que está prisionero y hace un trato con Seon-mi: a cambio de liberarlo, él acudirá cada vez que le llame por su nombre: Son Oh-gong (Lee Seung-gi). Al salir, le roba a Seon-mi el recuerdo en el que le dice su nombre, de forma que no podrá llamarlo nunca.
Dos décadas más tarde, Seon-mi se ha convertido en una empresaria de éxito, ya que aprovecha su habilidad para comprar y vender inmuebles con espíritus. Se volverá a encontrar con Son Oh-gong y descubrirá que ella es Sam-jang, la humana elegida por el Reino Espiritual para evitar que el mundo se vaya a pique, y cuya sangre es una fuente de poder. Y Son Oh-gong, como todos los espíritus, tiene intención de comérsela, pero al tener un trato con ella no puede hacerlo, por lo que tiene que encontrar una forma de que ella lo rompa, mientras Seon-mi por su lado intenta seguir viviendo aprovechando esta situación.
Los personajes principales de esta historia son:
- Jin Seon-mi: La protagonista de nuestra historia. Es una mujer que ha tenido que crecer y vivir por sí misma debido a que las personas de su alrededor creían que estaba maldita (en varias escenas aparece gente que no quiere tocar lo que ella ha tocado anteriormente). Me ha gustado bastante este personaje, tiene bastante fuerza. Me quedo con una de sus citas que más me han gustado que decía más o menos así: “Sí, no tengo a nadie, pero me tengo a mí. Estoy orgullosa de mí”.
- Son Oh-gong: Coprotagonista y el típico «imbécil». Era una deidad y hace trabajillos para el Reino Espiritual para poder volver. Es el dios mono.
- Rey de los demonios/Woo Hwi-chul: es un ser que aspira a convertirse en deidad, por lo que va acumulando puntos para poder entrar en el Reino Espiritual. Es el CEO de Lucifer Entertaiment, una empresa de música con la que, a través de los espíritus a su cargo, recolecta energía de la gente. Como en parte fue culpa suya que Oh-gong esté libre, tiene que cargar con él. Es un personaje cómico y que cuenta con una buena sub-trama. Es un demonio toro.
En esta historia se nos presenta una telenovela con sus momentos emocionales altos y bajos, en el que el mundo espiritual tiene un papel principal, y que a través de ellos veremos los diferentes enemigos a los que se tiene que enfrentar Seon-mi como Sam-jang. La verdad es que engancha bastante, es entretenida. Aunque te tienes que quitar un poco las gafas moradas para verlo, no tiene muchos momentos alarmantes en el que se muestren comportamientos típicos de una relación estereotipada. Aquí tengo que señalar el momento en el que se forma un triángulo amoroso: es temporal, y aunque como en muchas series refuerzan la fórmula “celos = amor” no lo llevan muy lejos y el tercero en discordia en cuánto ve que ella no está enamorada de él, simplemente siguen siendo amigos y tan contentos. Creo que por como se tratan este tipo de relaciones en las series, lo han llevado bastante bien.
Por otro lado, tenemos a los personajes secundarios, que suelen aportar un toque de humor o ser los confidentes de ambos protagonistas. Se desarrollan bastante bien sus sub-tramas, a excepción de Ma Ji-Young (Lee El), secretaria del Rey de los demonios, que al ser su inseparable no le han dado una historia propia, lo que es una pena porque se personaje es de los que más destacan de los secundarios (es un demonio perro).
Y hablando de tramas, aunque la principal lleva un buen ritmo, hacia al final comienzan a acelerar todas las demás. Creo que la del Rey de los demonios y la de Richie (Lee Se-young) podrían haberlas dedicado más tiempo, sobre todo a la del Rey.
Y pasamos a una parte más técnica: los efectos especiales. Son bastante horribles en general, pero se llevan bien hasta el final, donde cometen una aberración TOTAL (SPOILER: en el final hay un dragón y es la cosa más horrible de la serie, a veces parece que tiene medio cuerpo en la piedra, como si estuviera mal superpuesto, para esto que lo hubieran humanizado y que lo hiciese un actor/actriz y le daban así más chichilla al final).
Por otro lado tenemos el sonido. No está doblado al español, pero con los subtítulos lo puedes seguir bastante bien. Por otro lado, la banda sonora es bastante buena, tiene canciones muy pegadizas de grupos y cantantes de k-pop. Aquí os dejo una de las canciones: Let me out de NU`EST, por dos razones: es de las que más me gustan y en el vídeo oficial no he visto ningún spoiler y las imágenes están descontextualizadas, así que podéis verlo sin miedo.
En general es una buena serie que os entretendrá si os gustan de esta temática, aunque se os puede hacer bastante larga porque tiene 20 capítulos y los primeros duran casi una hora y media (los siguientes están entre la hora o una hora y diez minutos), por lo que recomiendo que os pongáis con ella cuando tengáis tiempo libre, porque con ver dos capítulos seguidos ya has hecho la noche.
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