Uno de los estigmas, si se puede llamar así, que ha arrastrado Nintendo es que los usuarios marcaban su catálogo de estar demasiado enfocado para toda la familia, si bien con la nueva consola Nintendo Switch, la compañía nipona está más abierta a nuevos juegos y géneros en su consola. Esto es algo que le ha pasado a uno de los títulos más recientes que es Layers of Fear, un juego de terror que fue lanzado para PC y consolas y que la semana pasada se puso a la venta para la híbrida de Nintendo.
En Layers of Fear nos ponemos en la piel de un artista que intenta termina su gran obra maestra. El que fuera en otra época el próximo Miguel Angel tras una serie de tragedias familiares a caído en la bebida y buscaba volver a ser el que era completando la que él considera su gran obra.
Durante la historia, dividida en 6 capítulos, deberemos conseguir los materiales y herramientas necesarias para completar nuestro cuadro, recorremos así una mansión con cierto tinte victoriano. Durante los primeros compases vemos como algo no funciona bien en la mente de nuestra protagonista, pero será a través de recorrer los pasillos y habitaciones de esta casa como veremos y comprenderemos los descensos a la locura de nuestro pintor. Desde un principio se nos insta que nuestras decisiones puedan afectar al final, podremos decidir una serie de pequeños detalles que nos hará obtener uno de los tres finales que nos brinda el juego.
El titulo incluye el DLC Inheritance, que añade un capítulo más al juego original. Aquí controlaremos a la hija del pintor protagonista, que vuelve tras varios años a la mansión con el fin de conocer más de su familia y su pasado. Esto añade una nueva perspectiva pues recordaremos de forma distorsionada y bajo los ojos de nuestra protagonista su infancia.
En definitiva la historia de Layers of Fear se basa mucho en el terror psicológico. No tendremos como en otros juegos de terror un enemigo o varios acosándonos a lo largo de la partida. Los sonidos, ambientación e imágenes serán suficientes para sumergirnos en una atmósfera opresiva. Otro punto a favor es como la historia no es dicha directamente sino a través de documentos u objetos que harán de “flasbacks” auditivos en los que podemos ver determinados detalles del pasado y como lo vamos hilando.
Nos encontramos ante un juego en primera persona. La jugabilidad se basa en usar el botón ZR para interactuar con los objetos, recogerlos, abrir puestas, armarios, encender luces y casi todas las acciones posibles en el juego. Con el botón ZL haremos zoom para poder observar con más detalle. Con el stick derecho moveremos la cámara y con el izquierdo al personajes. Nos encontramos ante un control sencillo y fácil que no pide nada al jugador, pues la jugabilidad se pone al servicio de la historia.
Como hemos comentado el juego transcurre en una mansión de aspecto victoriano. Esto quizá asuste pues una mansión por muy grande que sea tiene un número limitado de habitaciones. En eso Layers of Fear juega su mejor baza ya que la mansión cambia constantemente, no solo la distribución sino las propias habitaciones y lo hace de una manera magistral, sin que el jugador se dé cuenta. La primera vez que ocurre el jugador no puede nada más que quedarse perplejo unos segundos, pues al salir de una habitación y ver que la nueva es diferente provoca una sensación de duda y hace preguntarse a uno mismo ¿Esto estaba así antes?
No solo se trata del cambio de habitaciones, durante la propia partida y sin tiempos de carga podemos darnos la vuelta y ver como una puerta ha desaparecido, como un objeto ha cambiado de lugar o como la habitación colindante es totalmente distinta. En este aspecto el juego manipula mucho al jugador y le hace preguntarse si no ha pasado ya por el mismo lugar o si está dando vueltas en círculos.
Durante su transcurso tendremos que resolver una serie de puzles, nada tremendamente desafiante pero exige que el jugador esté atento a ciertos detalles y a saber cómo utilizar las propias reglas del juego a nuestro favor.
Otro de los detalles que tiene Layers of Fear es que nuestro personaje ira cojeando durante toda la partida, eso aumenta la sensación de inestabilidad. En cambio su hija anda de manera normal, pero en sus recuerdos se verán las cosas más alargadas.
Durante la partida a parte de los objetos ya mencionados tenemos una serie de coleccionables que iremos recogiendo, son fotos de un álbum o diferentes dibujos o bocetos. En cuanto su duración, tenemos 6 capítulos de 1 hora más o menos cada uno, eso sumándole el DLC de uno hora y media da un total de unas 7-8 horas de juego. Una duración algo escasa pero suficiente en este tipo de juegos.
Gráficamente cumple de sobra. Estamos ante un juego con buenos gráficos y buenos modelados. Las texturas están muy logradas y la iluminación es también un punto a favor. Durante la partida hemos notado ciertas caídas de FPS, nada especialmente grave pero un poco molesto.
A nivel estético logra sobresalir. No solo hablamos del diseño victoriano de la mansión, sino que al ser un juego centrado en el arte podemos ver representados algunos cuadros representativos de pintores como Caravaggio o el propio Goya. En general tenemos un apartado estético que roza lo impecable gracias al uso de las luces, las sombras o los movimientos de cámara. Pero en su estética también encontramos algunos falos y esto se centra en los sustos o en algunos momentos importantes ya que no se enfocan con precisión y se pueden perder fácilmente.
Al igual que en el apartado estético, el juego se centra mucho en el mundo del arte pero también en la música. Tiene numerosas piezas para piano que están totalmente justificadas, debido a la profesión de la mujer de nuestro protagonista. El juego esta traducido al castellano pero con voces en inglés, todo sea dicho de paso con un doblaje magnifico.
Recomendamos encarecidamente usar auriculares para completar la experiencia de juego, pues el apartado sonoro se convierte en un elemento capital como no podía ser de otra manera en un juego de terror. Los susurros, el viento, golpes, voces, llantos o risas nos harán echar la vista atrás más de una vez hacia atrás para comprobar si hay algo.
La nueva versión de Layers of Fear llega a Switch bajo el nombre de Legacy, una oportunidad de disfrutar de un título que, pese a su corta duración, nos embaucará con sus demás apartados, tanto a nivel de historia, gráficos y estética. Estamos ante un título que juega con nosotros en todo momento y nos obliga constantemente a seguir con cada uno de los capítulos para conocer más sobre la truculenta historia del pintor. Es cierto que no es un juego perfecto y tiene algunas trabajas, en algunas parte los fps caen y la historia para algunos puede que no quede lo suficientemente claro, sin embargo tiene todos los ingredientes para hacer que el jugador caiga en el misterio que propone y tome los mandos para desentrañar los tres finales distintos que alberga.
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