Una de las grandes fortalezas de Nintendo es la capacidad de crear franquicias que atraen y mantienen fieles a una cantidad importante de fans. Algunas reconocibles a nivel mundial, como Mario, y otras más pequeñas, pero con un grupo de jugadores muy entregados a ellas, como es el caso de la saga Pikmin.
Desde sus inicios en GameCube, estas pequeñas criaturas se han convertido en una de las mascotas de la compañía nipona. Ahora nos llega la cuarta entrega para Nintendo Switch que promete ser la más completa y grande de la saga.
Todo comienza con el conocido capitán Olimar que llega a un nuevo lugar durante su exploración espacial, en esta ocasión aterriza en un lugar nunca visto. Tras un aterrizaje accidentado, nuestro conocido protagonista recupera su radio y pide una señal SOS a toda la galaxia. De esta forma la Brigada de Rescate acude a su auxilio, pero como es de costumbre en esta saga, también sufre un accidente y debe pedir ayuda para ser rescatados.
Aquí es donde entra nuestro protagonista, que ahora será creado a nuestro gusto. El objetivo es rescatar a la Brigada de Rescate y al capitán Olimar de este planeta desconocido.
Para todos los jugadores que venimos de la saga vamos a encontrar una jugabilidad muy similar a los juegos anteriores, pero con una fórmula mucho más refinada y fluida. Para aquellos que deciden entrar en la saga por esta entrega más reciente vamos a desgranar un poco lo que vamos a encontrar en Pikmin 4.
Controlaremos a un personaje principal, en este caso se trata de uno creado por nosotros mismo con un editor. Los controles son bastante limitados; moverse, llamar a los Pikmin o atacar de forma bastante torpe y débil. Se le suma la capacidad de comandar a los Pikmin que es donde está la gracia del juego.
Estamos ante un título en el que tenemos que lanzar o mandar hacer todas las tareas a nuestros compañeros. Estas simpáticas criaturas pueden realizar todo tipo de acciones, desde recoger objetos, atacar o crear estructuras.
Hay una gran variedad de ellos; como los clásicos rojos, azules y amarillos con sus peculiaridades, se unen otros ya conocidos como los morados o blancos y otros totalmente nuevos como son los de hielo o pétreos. Cada uno de ellos tiene una función concreta para la resolución de puzles o para superar ciertas zonas.
A medida que vayamos explorando las diferentes zonas deberemos ir cumpliendo unos objetivos. La obtención de tesoros sirve para conseguir lustronio que es el combustible que utiliza nuestra nave y sirve para aumentar la capacidad del sonar y desbloquear diferentes zonas. Pero no todo va a ser tan fácil, pues nos daremos cuenta que alguien está empeñado en dar al traste con nuestra operación de rescate. Se trata de un enigmático personaje repleto de hojas y hierbas que va a ir poniéndonos retos y complicándonos las cosas.
Veremos cómo esta condición afecta a varios exploradores. Se nos pondrán distintos desafíos Dandori para poder vencerlos. El Dandori es definido como el arte de planificar las cosas con antelación y actuar eficientemente y en eso se basa estos desafíos que irán contrarreloj. En uno de los modos deberemos conseguir más objetos y tesoros que nuestro enemigo, se trata de una especie de combate en el que podemos estorbar a nuestro contrincante, robarle objetos para obtener más puntos, etc. Este tipo de batallas se pueden jugar a multijugador local, por lo cual los piques están más que confirmados. El otro tipo de desafío se basa en conseguir el mayor número de objetos y tesoros en un tiempo, para ello deberemos planificar todo muy bien dividiendo las tareas entre nuestros Pikmin; mientras unos destruyen una barrera, otros cargan con un tesoro pesado y otros con materia prima.
En el mapa encontraremos diferentes cuevas con varias pruebas que superar. Esto sirve para encontrar tesoros o exploradores perdidos. El tiempo en estas cuevas pasa más lentamente y además se ha facilitado la posibilidad de abandonar la cueva y volver luego más tarde. Esto es muy útil si hemos perdido muchos Pikmin, si la cueva es muy larga o si hemos dado con una situación en la que es muy difícil avanzar pues no tenemos suficientes compañeros para acabar con un jefe.
Hasta ahora no hemos hablado mucho de las grandes novedades que trae este juego, siendo la más importante y llamativa la presencia de Ochin. Se trata de una especie de perro espacial, es la manera más fácil de definirlo, aunque no solo hará las labores de un can. Ochin es posiblemente uno de los añadidos más útiles, no solo porque puede atravesar obstáculos al romperlos de un cabezazo, atacar enemigos, llevar objetos o saltar ciertas zonas, sino que nos sirve de montura para nosotros y los Pikmin. Esto es algo que se agradece mucho pues podemos llevarlos a todos juntos y no perderlos por el camino. A parte de todo esto podemos entrenar a Ochin para que aprenda nuevas habilidades o mejore las que ya tiene.
Otra novedad es que los mapas, debido a su mayor tamaño, tienen distintos puntos de aterrizaje para poder facilitarnos la tarea de transportar los tesoros.
La progresión se basa en un nuevo elemento, la materia prima. Es un elemento usado para construir puentes y estructuras para poder atravesar zonas, pero también en nuestra base podemos pedir al ingeniero de la tripulación que nos cree mejoras como aumento de vida, defensa contra fuego o hielo o crear distintos consumibles y dispositivos que harán de nuestra aventura algo más rápido y ameno.
Nuestra zona inicial o base es un lugar donde se irán acumulando los distintos supervivientes que encontremos. Algunos de ellos nos pedirán ciertas misiones como recuperar ciertos objetos, crear estructuras y demás. Esto es algo que da mucha jugabilidad, pero es algo que no se hace tremendamente pesado, pues son pequeñas misiones que se van completando a medida que avanzamos.
Un aspecto muy destacado cuando se presentó esta cuarta parte fueron las misiones nocturnas. Durante toda la saga hemos visto que al llegar la noche debíamos volver a casa pues los monstruos se volvían más fuertes. Aquí sigue siendo igual, pero la forma de curar a los frondantes es a través de estas misiones en las que tendremos que recolectar una sustancia para elaborar la cura. Estas misiones se comportan como una especie de tower defense en el que deberemos proteger durante un tiempo ciertas torres de oleadas de monstruos durante un tiempo.
Respecto a la duración, estamos ante un título que se nos ha ido fácilmente a las 25 horas de juego para completarlo en su mayor parte salvo algunos pequeños desafíos. Una duración muy buena y que a diferencia de otros juegos nos da tiempo para completarlo a nuestra forma y ritmo.
Como punto negativo podríamos resaltar las cuevas ya mencionadas que pueden volverse algo repetitivas y monótonas por la repetición de su estética y porque no dan una gran libertad, sino que son caminos guiados en los que debemos recorrer los pasillos, recoger objetos y llegar hasta el final.
Simplemente maravilloso en este apartado. Gráficamente es increíblemente bueno, no por ser un juego que saque músculo en cuanto a gráficos, sino por lo bien diseñado y estético que es todo. No nos cansamos de decir que Nintendo sabe darle ese toque a sus juegos, esa estética que los hace tremendamente visuales y agradables a la vista.
Los tesoros, enemigos, escenarios, es decir, todo lo referente a estética y diseño del juego roza el sobresaliente.
De igual forma que hemos visto, Nintendo sabe mimar muy bien sus traducciones en el sentido no de fidelidad, pero sí de la forma de adaptarlo a nuestro lenguaje y nuestra jerga. Los juegos de palabras se han convertido en nuestro idioma y eso le da al juego mucha personalidad.
Los sonidos son extremadamente agradables y satisfactorios. Algo que debería ser incómodo como son los ruidos de los Pikmin o enemigos aquí están muy bien escogidos. De igual forma pasa con la banda sonora, muy agradable y ambiental que hace del conjunto una experiencia relajada y muy disfrutable.
Sin duda la entrega más completa de la saga en todos sus aspectos. Un imprescindible de la consola y un juego que hemos cogido por banda y no hemos sido capaz de dejarlo hasta llegar a completarlo casi al 100%. Un juego que, si bien puede haber bajado en dificultad para hacerlo más accesible a todo el público, no deja de ser un título extremadamente disfrutable para todas las personas y que hará las delicias de los acérrimos de la saga.
Pikmin 4 ya se encuentra a la venta en formato digital y físico para Nintendo Switch.
Hemos realizado este análisis gracias a un código para Nintendo Switch proporcionado por Nintendo España.
Deja una respuesta