Análisis: Rogue Legacy 2

El equipo Cellar Door Games dio en el clavo con Rogue Legacy, un simpático juego de aventuras del tipo rogue-lite de caballeros y castillos. Una de sus señas de identidad era que cada vez que nuestro personaje moría debíamos controlar a uno de sus herederos que sufrían de algunas enfermedades como ser nostálgico, tener gigantismo o enanismo o ser un hipocondríaco.

Con una premisa simple, pero con una gran ejecución, Rogue Legacy se convirtió en un éxito y en una de esas joyas indie que demuestra lo mucho que se puede conseguir con muy poco. Claramente la gente esperaba una segunda parte y pese a hacerse de rogar, nos llega ahora a Nintendo Switch tras su paso por PC y Xbox.

Todo comienza con la llegada de nuestro caballero al castillo y tras firmar el contrato quedamos condenados nosotros y nuestra descendencia a permanecer en el castillo. A medida que vamos avanzando vemos que esto no solo se trata de derrotar a un rey malvado y sus diferentes vasallos, sino que aquí hay algo mucho más interesante.

Es aquí en este primer apartado donde vemos como Cellar Door Games ha buscado profundizar más en la narrativa. Es verdad que no se trata de algo increíblemente complejo, pero sí que suma un aliciente más a la hora de valorarlo positivamente.

Esta historia nos es contada muy al estilo de los Souls, a través de documentos que nos van dando pistas. Por supuesto esto no es necesario y podemos ir a cascoporro, derrotar a los bosses y disfrutar de la aventura, pero es bastante recomendable hacer el esfuerzo de intentar averiguar e investigar más sobre su historia.

Para los que hayáis jugado a la primera parte lo que vamos a encontrar es más y mejor con ciertas peculiaridades. Para los nuevos tenemos que indicar que no es necesario jugar al anterior juego.

Rogue Legacy 2 es un rogue-lite que mezcla acción, plataformas y componentes de los metroidvania. La jugabilidad es tremendamente simple en cuanto a mecánicas, saltar, atacar, habilidades, etc, es decir, lo básico de lo básico. Lo cual no quiere decir que sea algo malo, pues vemos como se muestran los elementos diferenciadores.

El más destacado es el sistema de herencia, cada vez que muramos controlaremos a un nuevo heredero como ocurría en la primera parte. Cada uno con sus cualidades tanto buenas como malas, así como las clases. Todo esto parece muy repetitivo, pero las clases son bastantes variadas y tenemos algunas tópicas como guerrero, bárbaro o mago y otras más extravagantes como son boxeador, pistolero o cocinero.

Una vez que muramos, que vamos a hacerlo si o si, mantendremos nuestro botín conseguido en esa partida. Con el dinero podemos hacer varias cosas como comprar nuevo equipo o talismanes o mejorar nuestro castillo. Las mejoras del castillo nos darán mejores atributos, desbloquear nuevas clases, mejores ventajas como conseguir más dinero o la caja fuerte. Una vez que comencemos una nueva Run no mantendremos el dinero, o mantendremos alguna parte según las mejoras que hayamos comprado. Otras divisas nos permitirán comprar armas o armaduras. Debemos tener en cuenta aspectos como la cantidad de peso que podemos llevar.

Este aspecto es similar al juego anterior, pero a medida que vamos jugando vamos descubriendo las nuevas mecánicas del juego. Ahora todo lleva una progresión más natural, no podemos ir directamente a la zona final del juego, sino que debemos conseguir una serie de objetos para avanzar por las zonas. Estos objetos nos darán nuevas habilidades como por ejemplo doble salto, impulso en el aire, etc. A eso se le suma un mayor componente de plataformas, siendo imprescindible en algunas zonas.

En general, esto se traduce en una evolución más rica y lograda de nuestro personaje que será más ágil no gracias a las habilidades, sino a los objetos que vamos consiguiendo. El sistema de progresión se acentúa con el hecho que podremos desbloquear diferentes plataformas de teletransporte en otras zonas con el fin de no tener que repetir continuamente la zona uno si lo que queremos es ir directamente a las siguientes.

La Resolución es otra de las mecánicas nuevas. Esta estadística se usa para comprar distintas reliquias que se encuentran en cada run. Algunas son bastante útiles y nos ayudarán más de una vez, pero debemos tener en cuenta que la resolución juega un papel importante en nuestro personaje, ya que si la gastamos iremos perdiendo vida.

La dificultad del juego se ha configurado de forma que todas las personas puedan disfrutar del juego. Tenemos la opción de personalizar la partida casi a nuestro gusto con diferentes posibilidades, desde tener enemigos más duros o débiles hasta desactivar el daño por contacto.

La duración es casi infinita siendo lo habitual en este tipo, ya no solo por el hecho de que cada partida se genera de manera procedimental, sino por el hecho de que tenemos New Game + que añade más dificultad y alguna que otra sorpresa.

El salto gráfico y estético de Rogue Legacy 2 respecto a su primera parte es increíblemente notorio. Hemos pasado de unos gráficos tipo pixel art a uno más tradicional que parece pintado a mano visto en juegos como Hollow Knight. Esto no solo se traduce en los personajes y modelados, sino también en los escenarios que ahora gozan de un trabajo mucho más logrado con estilo 2.5HD.

La música sigue la misma estela que la entrega anterior, eso sí, tenemos mayor variedad de pistas y si venimos de la primera parte podremos identificar alguna que otra melodía ya conocida. El juego está totalmente traducido al español, cosa más que de agradecer pues, como hemos comentado la historia tiene más peso.

Rogue Legacy 2 mejora a su predecesor en todos los aspectos, tanto jugables como gráficos o en la propia historia. A esto se le añade las nuevas mecánicas del juego que ya no solo se basan en avanzar, sino también en explorar los escenarios. Sin duda un juego que no va a decepcionar ni a los nuevos jugadores ni a los que esperábamos esta nueva entrega desde hace tiempo.