Hoy os traemos el análisis de un juego que ha salido recientemente tanto para PC (Steam), Xbox One, PS4 y Nintendo Switch: Ary and the Secret of Season, de los estudios belgas Exiin y Fishing Cactus, y publicado por Modus games. Este juego ha sido nominado a premios como Mejor juego indie (Game connection 2017) y en el gamescom de 2017 ganó el premio como Mejor unity game.
Ary (Cassandra Lee Morris) vive en Yule con su padre y su madre y sueña con las historias del Guerrero legendario y su archienemigo el Hechicero Malvado que en el pasado intentó robar las estaciones y su poder. Dando un paseo por la ciudad, se encuentra una hiena que lleva la espada de madera de su hermano, quién desapareció hace tiempo. Con la esperanza de encontrarle con vida, parte para hablar con los Guardianes de las estaciones para que le ayuden.
La primera misión que nos asignan es una llamada “inicios humildes” y ¿a qué contado así Ary parece una aldeana normal y corriente que se lanza a la aventura? Pues no queridines, ella es hija de EL Guardián del invierno, que está el hombre deprimido desde la desaparición del hermano, y tiene una habitación en la que entraría prácticamente mi casa entera. No sólo tiene el status social por ser familia directa del Guardián, también tiene capital suficiente, que lo vemos en su casa en una posición elevada sobre Yule, muy amplia. A mí que me expliquen que esa humildad (sí, es una tontería, pero me ha dolido desde el fondo de mi corazón, que luego en la vida real llamamos “emprendedores” a gente a las que sus papis y sus contactos les han montado el negocio por cosas como éstas).
Por otro lado, Ary se marca un Mulán cortándose el pelo y poniéndose la ropa de su hermano para parecer “un aprendiz de Guardián”. Pues a mí me van a tener que hacer un diagrama del porqué de esta decisión, porque disfrazarse no le sirve ni para salir de su casa (la reconoce todo cristo), ni para el camino y por último ni para llegar a la Cúspide de las estaciones (donde se han reunido los Guardianes), ya que entra como Pedro por su casa sin necesidad de demostrar que es un “aprendiz” porque no hay centinelas ni nada, y además los Guardianes, evidentemente, la reconocen. ¿Es que vestida como una chica no puede ser una aprendiz? ¿Es mejor luchando porque va como un chico? El juego está dirigido hacia un público joven y me parece mentira que se siga tirando de que si eres una chica y quieres ser la heroína, tienes que ajustarte al estereotipo masculino. Además de que el único personaje femenino relevante es ella.
Pero por lo demás la historia está entretenida, y el final es tiene un buen giro, yo iba con este mood (minuto 0:45) cuando lo estaba terminando y me sorprendí gratamente.
Ary and the Secret of Season es un juego de aventuras y plataformas. Para avanzar en el terreno y cumplir nuestras misiones tendremos que resolver los obstáculos que bloquean nuestro avance usando nuestro ingenio y los poderes estacionales.
También tendremos combates con otras criaturas, que en muchas ocasiones no serán obligatorios para avanzar. No son por turnos y tampoco aportan experiencia ni recompensas. Al terminarlos iremos recuperando los corazones perdidos poco a poco al ir avanzando, aunque hay un fruto y rompiendo jarrones podremos recuperarlos rápidamente.
Para mejorar nuestras habilidades, tendremos que comprar las mejoras. También podremos comprar accesorios, ropa y armas nuevas.
Contaremos con una serie de misiones principales que serán el hilo conductor de nuestra historia, y además tendremos la posibilidad de hacer misiones secundarias con las que podremos obtener recompensas como objetos o dinero.
Como hemos comentado, para avanzar tendremos que superar obstáculos como puertas cerradas o zonas separadas a las que no podemos llegar con un salto. Por ello contaremos con “menires” que amplían la zona afectada por nuestro poder estacional, o bolas que permiten el movimiento de esas zonas al arrastrarlas o con pivotes con los que podremos activar varias zonas con distintas estaciones. Tienen una dificultad media, está pensado para ser un reto para un público juvenil.
Por otro lado, el juego cuenta con autoguardado y también podremos guardar cada vez que queramos. En las ranuras de guardado podremos ver nuestro progreso en porcentaje.
Uno de los aspectos más cuidados del juego, con un diseño muy diferenciado de personajes y escenarios, que no sólo dependen de la estación predominante en la que viven, sino que también con estilos y personalidades distintos.
Mientras que Yule, donde predomina el invierno, tenemos zonas arboladas y rocosas con nieve, también le han dado personalidad a través de elementos estéticos, tanto en edificios como en los personajes, asiáticos, mientas que en Ostara, donde predomina la primavera, tiene una estética más europea medieval. Por otro lado, Lammastide, la zona del verano, tiene una estética de países mediterráneos, y por último Samhain, el otoño, le han dado un toque más primitivo.
Todas estas características se ven reflejadas en los personales principales, como en los guardianes: el Guardián de la primavera Brynn (Lenny Mark Irons) y su aprendiz Crocus (Chris Zambelis) tienen un aire a nobleza (son más estirados vaya), mientras que Dagdann (Ben Diskin), el Guardián del verano, tiene una personalidad más relajada. Por último, Luchtann (Ben Diskin) es el reflejo de su tierra, más salvaje que los otros.
Por otro lado, el diseño de los animales, especialmente las hienas, se ha hecho reforzando la idea de que son seres con falta de raciocinio. Sabemos que en el inicio de los tiempos estaban con el Hechicero, pero según lo que se ve en la actualidad simplemente están alejados de los núcleos urbanos y con sus propios nichos, aunque parece que no tienen tantos recursos como los humanos (al inicio dos hienas se están peleando por una manzana). En cuanto a los golems, de nuevo vemos reflejada la idea de que hay animales que merecen consideración, como los golems con una forma que se asemeja a la de un mamífero pueden hablar y con los que Ary intenta comunicarse, mientras que los otros dos parecen más mecánicos, y son los que tienen forma de crustáceo y de ave.
Por último, podremos ver un mini-mapa de la zona con los elementos destacados, como los cofres, cristales, coleccionables, templos, etc. En el menú podremos ver un mapa mayor, junto al inventario de objetos (armas, ropas, coleccionables, etc.).
Es la parte más flojita del juego, una banda sonora sencilla, pero que cumple con su propósito de ambientar el juego. Las voces son en inglés, con un buen trabajo de doblaje, y contamos con subtítulos en español. En algunas ocasiones, los subtítulos aparecen en inglés, pero como no son diálogos muy enrevesados es fácil entender de lo que están hablando. A veces en los subtítulos incluyen alguna aclaración como “se oye a lo lejos”, pero no siempre lo hacen, hubiera estado bien que lo hubieran mantenido a lo largo del juego para hacerlo más accesible a personas sordas o con problemas de audición.
A pesar de lo puntillosa que he sido en algunos aspectos, Ary and the Secret of Season es un juego muy entretenido ideal para los y las más jóvenes de la casa, y cuyos desafíos les supondrán un reto. Tiene una buena relación calidad-precio, y no se hace ni muy corto ni muy pesado, os lo recomiendo. Además, se deja entrever una segunda parte o quizás algún episodio extra, así que espero que os guste y que podamos ver la siguiente aventura.
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