Hoy os traemos uno de los últimos juegos del estudio polaco Big Cheese Studio: Cooking Simulator, que salió para PC y recientemente ha dado el paso a Nintendo Switch. Nuestro objetivo será dar a conocer nuestro restaurante, conseguir fama y que vuelva a ascender entre los mejores.
Tenemos tres modos: campaña, modo libre y escuela de cocina. En el primer modo empezaremos con un restaurante desde cero y tendremos que conseguir puntos de fama para ir subiendo los niveles. Para desbloquear el siguiente nivel de fama tendremos que impresionar a un crítico gastronómico. En el de modo libre podremos cocinar cualquier receta, aunque no lo hayamos desbloqueado anteriormente, y tendremos todos los ingredientes y utensilios necesarios a nuestra disposición, no tendremos pedidos y no nos costarán dinero los ingredientes y demás productos. Por último, en la escuela de cocina podremos repetir partes del tutorial, como las compras, cortar, sazonar, etc.
El modo campaña se va dividiendo en días y cada uno de ellos consta de tres partes: preparación, restaurante abierto y limpieza. En la primera, como indica su nombre, tendremos que dejar lo máximo preparado antes de abrir. Cuando tienes pocas recetas desbloqueadas no es tan necesario dedicar mucho tiempo a esta fase, pero conforme avance el juego exprimirás esta fase al máximo, ya sea para dejar preparadas sopas o platos fríos, arreglar algo que no te dio tiempo el día anterior y lo que puedas necesitar.
Una vez que abre el restaurante comenzarán a llegar pedidos. En la cocina dispones de varias pantallas en el que puedas ver los pedidos que han entrado y el tiempo que dispones para prepararlos. Si pinchas en el pedido te aparecerá en esa pantalla la receta, de ese modo evitas ir al recetario del portátil de la cocina y la tienes siempre a mano. Al iniciar el día, en la esquina inferior izquierda, podremos ver un reto diario que, de conseguirlo, nos dará puntos de experiencia extra.
Al entregar el pedido el cliente lo valorará por sabor y tiempo de preparación, y eso nos dará la puntuación total. Dependiendo de esta puntuación, nos darán puntos de fama y de cocina, o incluso si lo haces muy mal puedes perderlos.
Una vez terminados los pedidos del día, tendremos un tiempo para dejar todo limpio y arreglado. Por suerte, quién te deja avanzar en los niveles de fama es un crítico gastronómico y no un inspector de sanidad, porque al principio la cocina se guarrea bastante. Una vez terminada esta fase se dará por finalizado el día y nos darán un resumen del mismo.
Los productos y utensilios los podremos comprar a través de la despensa y el frigorífico, en el que aparecerán expuestos los ingredientes de las recetas que hayamos desbloqueados. También podremos acceder al supermercado a través de las cajas de la despensa.
Una vez terminado el día, nos suman la experiencia, y si hemos subido de nivel de habilidad podremos elegir nuevas o mejorar habilidades con los PH obtenidos, como productos y utensilios más baratos, y también podremos elegir ventajas como guantes, pies rápidos, etc. Aquí te recomiendo que cuando puedas obtengas contactos, es bastante importante porque te permite pasar al siguiente nivel de fama con una puntuación total del crítico de 3’5. Por último, también podremos desbloquear nuevas recetas.
Podremos ver nuestras estadísticas, recetario, habilidades y ventajas desde el portátil que hay en la cocina. También podremos cambiar el aspecto de la cocina a medida que vayamos desbloqueando nuevos elementos. También tenemos una radio y un teléfono, con el que llamaremos para que nos reparen los aparatos, eligiendo la empresa según el tiempo y el coste de la reparación. Por último, el juego tiene autoguardado, pero podremos guardar la partida en cualquier momento.
Además de la jugabilidad, un punto fuerte de Cooking Simulator es la calidad de los gráficos, bastante buena, ya que contamos con una cocina realista y muy detallada, no sólo en equipamiento, también a nivel de ingredientes y demás productos y utensilios. La única pena es que a mí no me quedaban los platos tan bien presentados como en el recetario y en el traíler, pero bueno, es lo que tiene el realismo.
Como hemos comentado en el apartado anterior, desde el portátil podremos personalizar nuestra cocina, cambiando suelos, el enladrillado, techo, etc. lo que nos permite darle nuestra personalidad a la cocina.
Contaremos con una banda sonora instrumental básica para los menús del juego y para cuando terminemos el día. Durante el desarrollo del día tendremos una radio en la que podremos sintonizar varios canales. Aunque son pocas canciones que se van repitiendo, es un punto fuerte del juego que le da bastante realismo. No cuenta con doblaje de ningún tipo y está disponible con subtítulos en español, entre otros idiomas.
Cooking Simulator es la definición perfecta de simulador de cocina: realista y con unos gráficos potentes que nos permiten una total inmersión. Al estar en primera persona, puede que te marees un poco al principio, pero te acostumbras rápido. Por otro lado, cuanto más avancemos en el juego, más complicadas serán las recetas y más cosas tendrás que dejar preparadas en la fase de preparación (vaya, como en un restaurante en la vida real), y al principio se te puede hacer difícil, especialmente si te saltas el tutorial. En resumen, si te gustan los juegos de simulación, te interesará este título.
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