Los shooter de acción lateral han proliferado dentro del mundo de los videojuegos prácticamente desde sus inicios. Es un género que nunca pasa de moda y cada cierto tiempo es rescatado por compañías que buscan dar su propia visión dentro de este mundo a través de propuestas que intentan innovar. Nintendo Switch se ha convertido en una consola en la cual podemos encontrar muchos juegos que precisamente se basan en estas mecánicas, y a todos ellos hay que sumar el reciente lanzamiento de Q-Yo Blaster, desarrollado por Team Robot Black Hat y editado por Forever Entertainment.
Con un argumento bastante simpático y divertido, Q-Yo Blaster nos sitúa en un mundo que está a punto de ser invadido por unos series del espacio bastante atípicos; se trata de un gusano, un profesor y algunos animales antropomórfico que responden ante el mandato de esos dos anteriores.
Como en prácticamente la mayoría de títulos dentro de este género, la historia no es más que una excusa para ponernos en situación de un juego que se muestra realmente divertido y adictivo y que se postula como todo un homenaje a los clásicos títulos de “navecitas”. Pero aunque no juega un papel protagonista, resulta bastante curioso como Q-Yo Blaster nos presenta los acontecimientos de nuestra travesía por medio de una base estética y una serie de recursos propios del mundo del cómic, unas herramientas que dentro de ese contexto tan afable y lúdico funcionna bastante bien.
Q-Yo Blaster nos presenta una jugabildad que bebe directamente de las bases de los shooter de scroll lateral de naves. El título nos ofrece la posibilidad de tomar el control de una de las diversas naves que están disponibles desde el comienzo, con el objetivo de ir avanzando por medio de las diversas pantallas que componen la aventura para terminar haciendo frente al jefe final de la zona.
De esta manera vemos como Q-Yo Blaster muestra un sistema de controles bastante conservador en lo que respecta a este tipo de aventuras. Tenemos diferentes tipos de disparos; un disparo fuerte que se ejecuta recolectado diferentes gemas, un disparo continuado para mantener a raya a los enemigos, una invocación especial que desencadena un devastador ataque y, por último, una habilidad que hará que nuestros enemigos se trasformen en gemas.
El sistema de progresión de Q-Yo Blaster también se presenta de una forma conservadora. Nuestro objetivo, tal y como hemos indicado con anterioridad, será ir derrotando a los diferentes enemigos que se encuentren a nuestro paso. Al derribar a estos enemigos se nos premiará con las tan preciadas gemas y con algunos objetos especiales para mejorar el estado de nuestra nave.
Por último tendremos que hacer frente a un jefe final de zona que será el verdadero reto del juego. Derribar a estos enemigos requerirá de toda nuestra habilidad y nuestros reflejos puesto que tendremos que estar muy pendiente de cada uno de los movimientos que realice para poder esquivar sus ráfagas y poder realizar nuestros ataques. Pero, tal y como pasa en el resto de títulos que se enmarcan dentro de este género, si atendemos a los patrones de movimiento de estos enemigos podemos derrotarlos sin mucha dificultad.
Q-Yo Blaster no es excesivamente largo, aunque completar esta aventura rápidamente si requerirá de cierta habilidad. Algo que juega a su favor es que es un juego realmente adictivo, una vez que nos pongamos a los mandos de las naves del juego queremos jugar más y más hasta completar todas las fases que componen el juego.
Q-Yo Blaster destaca por su estética tan llamativa. Pese a no contar con unos gráficos a la última, su apartado estético nos deslumbra con un pixel art bastante llamativo, aunque no es lo mejor que hemos visto si lo comparamos con otros exponentes que utilizan la misma herramienta para desarrollar su apartado visual.
Todo en el juego destila ese aroma que nos recuerda da las recreativas de principio de los años 90 que los más nostálgicos, y aquellos que vivimos en esa época como jugadores seguro que recordaremos.
En cuanto a su rendimiento, decir que en Nintendo Switch es realmente correcto. Todo ello se mueve de una forma fluida y rápida, y esto es algo muy importante para un título de estas características.
Al igual que su aspecto gráfico, el apartado sonoro de Q-Yo Blaster evoca a los títulos de los 90. Los sonidos de los disparos, y diversos efectos nos hace sentir autentica nostalgia mientras jugamos. Incluso se han incluido algunos sonidos que nos recuerdan al característico insert coin que sonaba cada vez que éramos derrotados.
Su banda sonora quizás no se acompase tan bien como el resto de elementos en este apartado. Echamos en falta composiciones más dinámicas y rítmicas, que haga que se nos active la adrenalina y que nos acompañen mientras realizamos nuestras acrobacias y derrotamos a los enemigos a golpe de disparo.
Puede que Q-Yo Blaster no sea el mejor exponente dentro de su género, pero tampoco es de los peores. Es un título bastante correcto y lo suficientemente entretenido como para hacernos estar enganchados de principio a fin gracias a su frenético gameplay. Su estética pixel art y sus efectos de sonidos son los elementos que más destacan dentro de esta aventura, algo que sin duda llegará al corazón de aquellos nostálgicos que eran asiduos a las máquinas recreativas.
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