Hoy os traemos un análisis que, personalmente, esperaba con muchas ganas: Do Not Feed The Monkeys, desarrollado por Fictiorama Studio y editado por BadLand Games. Está disponible en Steam.
Nos acabamos de unir al Observatorio de Primates y tenemos una función: observar las jaulas de los primates y responder a la información que el Observatorio nos pida. Además, tendremos que ir subiendo de nivel, que se consigue con la compra de más cámaras (el número nos lo indican desde el propio Observatorio), y tenemos algo que está absolutamente prohibido: alimentar a los monos.
Además de las tareas del Observatorio, tendremos que mantener nuestro piso y cuidar nuestra salud, por lo que tendremos que dedicar tiempo a trabajar, dormir y alimentarnos adecuadamente.
Parece un juego facilito y sencillo, ¿verdad? (Spoiler: no lo es)
Vamos a hablar primero de las mecánicas y luego pasaremos a hablar de los modos de juego.
Niveles. Empezamos en el nivel 1 con 4 cámaras, para subir al nivel 2 necesitaremos 9, para subir al nivel 3 necesitaremos 16 y para finalizar necesitaremos 25 cámaras. El juego finaliza al superar el tercer nivel, y las evaluaciones se hacen cada 5 días. Si no cumples con los plazos te echan del Observatorio, y se acaba la partida.
Cámaras. En las jaulas podremos ver objetos o por las conversaciones de los primates, iremos recogiendo en nuestro cuaderno palabras o conceptos claves para obtener información sobre los primates. Podemos completar la información con el buscador web. Cada jaula tendrá unos horarios en los que estén activas, y lo sabremos porque el panel brillará con una luz amarilla. Al comprar una jaula, no la tendremos disponible hasta las 9:00 del día siguiente, pero entra en el recuento de cámaras.
Email. Es la forma en la que el Observatorio se va a comunicar con nosotros, haciendo recordatorios de las evaluaciones y pidiendo información sobre los primates que estamos observando. Si lo que reportamos es correcto, recibiremos una compensación económica. También nos llegan las ofertas del supermercado y el restaurante de comida rápida, y en algunos casos nos podremos comunicar con los primates por esta vía. Además, podemos ponernos en contacto con algunas personas mediante mensajería instantánea.
Alquiler. Cada dos días vendrá nuestra casera a pedirnos el dinero del alquiler, y da dos días si de margen para pagarla si no te encuentra en el piso, estás durmiendo o bien no tienes el dinero. Al tercer día te desahucian y se acaba la partida.
Mantenerte vivo. Para estar medianamente saludable tienes que dormir y comer, pero no cualquier cosa, ya que hay alimentos que aunque aumenten mucho la barra de la alimentación hacen que nuestra salud baje, como la comida basura, y muy pocos alimentos la suben, y además suben muy poco la barra. Si descuidamos nuestra salud, al trabajar podemos quedarnos sin sueldo, e interferirá en la vigilancia (al estar quedándote dormido se emborra la pantalla). Si el indicador baja a cero, se acaba la partida.
Trabajos. En nuestra puerta tendremos diferentes ofertas que varían en sueldo, horas y horario, y habrá trabajos que nos exijan estar más o menos en forma.
Alimentar a los monos. Aunque el Observatorio te ha dicho que no lo hagas, te dan la opción de hacerlo, y si eres lo bastante sutil es una buena fuente de ingresos, dependiendo de la jaula.
Estos son los elementos principales del juego, que podremos jugar en dos modos: el que está por defecto y el modo Mirón, que es bastante más fácil, pero con el que no puedes desbloquear logros. El modo por defecto podrían haberle puesto un nombre como “realista destroyer” o “llora tras una hora jugando” porque al principio es MUY pero que MUY difícil balancear todo lo que tienes que hacer, pero es realista como la vida misma: tienes que ir hilando trabajo precario con lo de las cámaras (el Observatorio te suele dar unos 70 dólares y los trabajos van desde 12 hasta 100 dólares, si te pagan), comprar más para subir de nivel (50 cada cámara y 20 si quieres grabar o visión nocturna), pagar a la casera un alquiler altísimo por un cuchitril (90 dólares cada tres días, atraco) y comer regularmente. Misión imposible, no te da la vida, por eso el modo Mirón la facilidad ya que se mantiene mejor la salud, los indicadores no bajan tan rápido, aunque cuando ya estás familiarizado/a con las cámaras se hace un “paseo”. Cuando ya te conoces el horario de las cámaras, es más sencillo organizarse en el modo por defecto y terminar la partida.
Las partidas tienen autoguardado, que se realiza el inicio del día (sobre las 9 de la mañana). Si salimos del juego, perderemos lo que hemos hecho durante ese día, y cuando perdemos la partida la iniciamos desde el último día guardado (útil cuando la perdemos por no haber recuperado salud o por no haber estado cuando viene la casera por el alquiler).
La estética es muy vintage, utilizando un rollo pixel que queda bastante genial. Además cuidan bastante los detalles, como que se emborrone la pantalla cuando tenemos sueño o que muestren de forma visual los sonidos, como llamar a la puerta o que se ilumine el piloto de la cámara cuando hay movimiento, lo que puede acercar el juego a personas con dificultades auditivas.
Las cámaras son la parte central: hay una gran variedad de ellas, y en algunas no pasa ABSOLUTAMENTE nada. De ese tipo las tenemos algunas que están “fijas”, cambian algunas cosas, pero no se activa el panel de actividad, y otras en las que sí se activa el panel, pero no podemos obtener nada de ellas (pero no vas a poder evitar estar revisándolas continuamente por si pasa cualquier cosa).
Es quizás la parte más floja, tenemos ruidos de simios al inicio de un nuevo día, los ruidos de la puerta y del panel activándose y poco más. Las cámaras no tienen sonido, sólo podemos ver las imágenes.
Estamos antes un juego que, cuando vemos su sinopsis, muchos y muchas pensamos que será algo más parecido a vigilar un parque y que tiene un nombre gracioso, pero cuando lo empecéis a jugar va a terminar enganchándoos, se os pasa el tiempo sin daros cuenta. Mi recomendación es que empecéis con el modo Mirón, y cuando le hayáis cogido el tranquillo a las cámaras (a algunas, porque siempre salen nuevas) empecéis con el modo por defecto, y nunca, NUNCA bebáis café en este modo, perderéis salud y os será muy difícil volver a recuperar, es veneno.
Otro consejito es que tengáis algún archivo por escrito y/o en digital de las horas de actividad de las cámaras, os ayudará a gestionar mejor vuestra vida virtual, sobre todo en el modo por defecto. Las partidas no tienen una duración muy larga una vez que aprendes a organizarte (en tres horas las puedes terminar), pero como hay muchas cámaras tiene bastante rejugabilidad.
En conclusión, es un juego que en las diferentes partidas no se presentan de la misma forma, las cámaras son una pasada, en algunas de las que no hay que recoger información están pasando cosas y te mantienen alerta todo el rato, y en las que sí se recogen información tenemos bastante manga ancha con lo que podemos hacer. Tiene tres finales: mono anodino, amaestrado e iluminado. Me imagino que dependerá de cómo llegues (en las partidas de iluminado llegué fresca como una lechuga y con todas las cámaras abiertas, mientras que en la de amaestrado llegué con la salud a la mitad y compré 4 cámaras en el último momento, y en pocas ocasiones alimenté a los monos, y en el anodino pasaba del Observatorio y alimenté todo lo que pude a los monos). Os lo recomiendo enormemente.
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