No puedo empezar este análisis sin dar gracias al universo por permitir que gente como Locomalito o Grizor87 amaneciesen en nuestro planeta un día X, lo suficientemente atrás en el tiempo como para que se empaparan de lo que en este “juego homenaje”; Super Hydorah, acontece.
Huele a Atari, huele a salón de juegos Arcade y a tardes de lluvia frenética y persiana bajada jugando a la Mega Drive. Super Hydorah destila esencia de clásicos como Gradius, R-Type o Thunder Force IV, Shot’em ups de los de toda la vida vamos. Mención especial para R-Type que nos trajo el revolucionario Power Up para el armamento de nuestras naves que marcó una época y una tendencia, por cierto, muy muy bien aplicado en este remake, porque Super Hydorah es una evolución de una versión más antigua llamada simplemente Hydorah que únicamente salió para PC.
¡¡WoWoWo!! ¡Alarma! Nuestro sistema estelar está siendo amenazado por una misteriosa flota maligna. ¿Quién podrá salvarnos? Pues cómo no, el piloto más intrépido y experimentado (tú) de la flota de la humanidad está dispuesto a enfrentarse él solito (la mayoría del tiempo), o como mucho con la única ayuda con su osado y loco compañero de mil batallas (tu colega de turno para el 2 Players Mode), a toda la armada galáctica perniciosa que buscan la destrucción de nuestra apacible Galaxia.
Efectivamente, el argumento no es nada de “otro mundo”, píllese el doble sentido. Si el juego bebe de los clásicos, la historia no podía ser menos. No está mal trazada, no tiene puntos flojos, pero básicamente porque es algo que lleva haciéndose, ya no desde los inicios de los juegos de marcianitos, si no desde que existe la ciencia ficción intergaláctica. Lo dicho, no es que flojee, pero precisamente no es el fuerte de esta experiencia lúdica, eso vendrá a continuación.
Aquí si, aquí hay que reconocerle a Locomalito el pedazo de trabajo que tiene este juego y sobre todo el hecho de que se nota que es un auténtico “Master of the Old School Games”.
Como avanzaba en la introducción, es patente nada más te pones a jugarlo que quien ha hecho este trabajo ha bebido de los mejores y eso queda totalmente reflejado en el sistema de juego.
Como buen, ¿qué digo buen? ¡Como Excelente Shot’em Up! En Super Hydorah nos encontramos ante un verdadero ejercicio de rapidez mental, reflejos y esa extraña mezcla de aprendizaje a base de golpes que hoy en día sólo puedes encontrar en este tipo de juegos. Con una dificultad que puede llegar a ser tan extrema como adictiva recorreremos 21 niveles, muchos de ellos con subniveles adicionales, que nos harán enfrentarnos a más de 100 tipos de enemigos distintos y 35 jefazos a cada cual más pernicioso.
Tras cada nivel podrás ir mejorando tus armas, desbloqueando ataques especiales y objetos misteriosos que sólo funcionarán en algunos escenarios. Podrás elegir qué ruta escoges para llegar al final o simplemente ir aplastando a todos tus enemigos fase por fase (esto es un detalle bastante importante puesto que según el camino que tomes puede que te encuentres alguna sorpresa al final) y podrás hacerlo además en un modo novato, donde tu escudo aguantará tres ataques y además lo tendrás desde el principio de cada fase, o un modo más HARDCORE (llamado piloto) en el que tendrás que conseguir el escudo y este sólo te protegerá de un golpe.
En resumen, horas y horas de adictiva diversión en el que pasarás momentos de “soy el amo del Universo” a momentos de “no tiro la consola por la ventana porque podría caerle a alguien encima y, aparte de tener que comprarte otra, seguro que me denuncian”. Obvio, si la diversión es compartida en el fantástico modo multijugador, mejor que mejor, por eso decimos que Super Hydorah es un título totalmente recomendado, sobre todo para aquellos que disfrutan con este género.
Sencillamente excelentes. Si lo juegas además en Switch, plataforma en la que hemos realizado este análisis, disfrutarás de una estética rollo 16 bits, pero bastante optimizada. Para mi, que soy un nostálgico, ha sido como volver a jugar a la Mega Drive, pero con la maravillosa sensación de hacerlo en versión portátil en la que funciona realmente bien, al tener esta portarbilidad, y al encontrarnos con un juego tremendamente adictivo, veremos como el tiempo se nos pasará volando y siempre queremos ir un paso más allá y enfrentarnos a un nuevos boss..
Todo está impecablemente cuidado, desde los escenarios (todos con su toque individual que lo hace especial) hasta el más mínimo detalle del enemigo más pequeño pasando por los jefes finales o el simple pero complicado efecto de los disparos. Poco más se puede pedir a ese aire de pixel retro que podemos ver en cada una de las facetas del juego.
Y si en el aspecto gráfico y la jugabilidad eran impecables, no podemos decir menos del audio. Hay que quitarse el sombrero ante Mr. Grizor87.
El acompañamiento melódico de cada punto del juego podría dar perfectamente para una banda sonora, se nota que es un trabajo hecho con mucho mimo.
Pero es que lo mejor en mi opinión son los efectos, hay muchos distintos y tan claramente diferenciables que ahí va “El Consejo de F”: Si no tienes unos buenos cascos, píllatelos. En serio con muy poquita imaginación te vas a sentir como si realmente estuvieses pegando tiros y reventando naves enemigas en el espacio profundo, sin duda es un gran trabajo el realizado por el estudio, tanto en este apartado como en los otros que componen este juego. Añadir, por último, que el título se encuentra traducido a varios idiomas, entre ellos el Español.
Poco más que añadir a este juegazo. Especialmente para los amantes de este género y los nostálgicos de aquellos maravillosos años en los que “El cerebro de la bestia” como mucho daba para 16 escasos bits pero no importaba demasiado porque con 8 ya te podías embarcar en las mejores aventuras imaginadas jamás.
Un juego cuidado hasta el más mínimo detalle en el 90% de sus aspectos y rejugable hasta la saciedad, que tirará de tus habilidades y reflejos al máximo y con una excelente excelente adaptación a Nintendo Switch con la que podremos disfrutar de este gran título allá donde vayamos.
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