Slain fue un título lleno de críticas en su lanzamiento inicial, con una serie de fallos en el juego desde la jugabilidad al sonido fue motivo de represalias por parte de la comunidad, pero como todos merecemos una segunda oportunidad, Slain fue recogido por otra compañía y mejorado a su versión Slain: Back from Hell. Una versión que salió para las consolas de sobremesa y que esta vez sí que daba una experiencia de juego satisfactoria. Ahora llega a la consola Nintendo Switch para aquellos jugadores que busquen los que en su día fue la saga Castlevania.
Nuestro protagonista será el guerrero caído Bathoryn. Uno de esos guerreros de estética nórdica y metalera que ha vuelto a la vida para enfrentarse a una nueva amenaza, el malvado Lord Vroll y su ejército que buscan adueñarse de los seis reinos ahora malditos y ponerlos en manos de sus terratenientes. La historia está contada a través de imágenes con texto al inicio de cada fase o entre las distintas zonas.
Armados con nuestra espada deberemos ir liberando esta tierra de la amenaza mientras atravesamos diferentes paisajes, superamos distintas trampas y derrotamos tanto a demoniacos seres como a los jefes finales.
Nos encontramos ante un metroidvania de acción en 2D cuya mecánica principal es sencilla, ir avanzando y derrotando a todo ser que nos encontremos. El juego posee un control sencillo en su gameplay, pero siendo bastante difícil ya que es un juego que nos pondrá restos constantes para poder ir completando la aventura. Tenemos una serie de movimientos básicos como salto, ataque, cubrir, lanzamiento de energía, etc…, pero sin duda una de los apartados más fuertes del título Pero pasaremos es el combate.
Tenemos un combate sencillo a nivel de mecánicas pero aún así supone todo un reto. En primer lugar tenemos un combo de tres golpes para poder eliminar a los enemigos. Destacamos el peso del arma si podemos llamarlo así, nuestro golpes, tantos los que damos como los que recibimos, tienen su efecto en el personaje y veremos como retrocedemos si somos atacados. Algo realmente útil es el ataque cargado, aunque este requiere de quedar pulsado el botón de ataque, pero ojo que podemos quedar vendidos en caso de fallar. Los ataques varían entre las armas que llevemos equipadas y que serán más efectivas según la propia vulnerabilidad de los enemigos.
En segundo lugar tenemos el bloqueo, que es algo muy útil y peligroso ya que si lo ejecutamos correctamente podremos devolver el golpe en una animación a cámara lenta que dañara bastante al enemigo. Pero poder ejecutar estos bloques no es fácil y si abusamos de ello cada golpe de nuestro enemigo ira haciendo más mella en nuestra vitalidad. A parte de saltar. otra de nuestras habilidades será el Dash, o desplazamiento, que nos permitirá movernos de manera rápida para poder esquivar los golpes rápidamente.
Las plataformas pese a no ser su fuerte sí que dan mayor variedad al título. Tendremos que subir o bajar en determinados trayectos y sacar a relucir nuestra capacidad para el cálculo de salto de longitud, pues si caemos en según qué zonas tendremos una bonita muerte instantánea. Esta es una de las muchas maneras en las que podemos morir en Slain: Back from Hell.
Hablando de muertes, en este juego vamos a morir mucho y cuando decimos mucho es mucho. Aparte de los enemigos y las zonas de plataformas tenemos diferentes trampas que es totalmente inevitable comerse de vez en cuando o la primera vez que pasamos por una zona. Por suerte el tiempo de respawn es muy corto y no consigue el hastío del jugador. Para poder conseguir avanzar tendremos que llegar al checkpoint, que es básicamente echarse a llorar cada vez que conseguimos llegar a uno. No es broma, se trata de un juego difícil, pero justo pues si morimos será por fallos nuestros más que del juego.
Los puzles en general son bastante sencillos, como mover una caja o activar una palanca en una zona. Uno de sus puntos más flojos es la exploración, si bien es cierto que para poder tener el final verdadero tendremos que encontrar las distintas partes del medallón, la exploración no es lo más pulido de este juego, así que en ese aspecto se diferencia bastante tanto para bien como para mal de otros títulos parecidos.
Cuando verdaderamente disfrutaremos del título, y también sufriremos, será en los enfrentamientos contra los bosses. Estos son muy variados y cada uno precisa de una estrategia determinada para hacerlos frente, en Slain eso de medirse cara a cara con ellos no es una opción pues ellos siempre saldrán ganando, por ello tenemos que hacer uso de todo nuestro ingenio y habilidad para no morir una y otra vez.
Tenemos una duración de entre unas 6-8 horas de juego. No demasiado largo pero es un título que no satura al jugador y le incita a volver a darle más de una vuelta pasado un tiempo.
Tenemos una estética pixel-art tremendamente elaborada, de hecho podemos decir que es una de las más completas en el género. Su estética mezcla todo los que es la cultura del heavy metal y el estilo vikingo tan presente en este género de música; lobos, armas grandes, cuero, sangre, etc… todo ello esta presente y nos proporciona un título de gran calidad en este aspecto.
Los diseños están muy elaborados, desde nuestro protagonista que parece el viejo guitarrista de una banda de heavy ochentera a lo Zakk Wylde, hasta los enemigos en todos sus aspectos como demonios, lobos, esqueletos, etc… Si bien es cierto que los escenarios en cuanto a mecánicas no son tremendamente complejos si lo son gráficamente., cada uno esta identificado con un color muy característico, como los azules en las aldeas del norte, el rojo en las mazmorras o lugares demoniacos o los verdes en lugares como desagües, esto es algo que le aporta variabilidad al título y rompe perfectamente con la posible monotonía.
Por su parte, las animaciones están muy cuidadas también y el rendimiento en la nueva consola de Nintendo acompaña perfectamente dando un gran ritmo y dinamismo al título, sin parones y con rápidos tiempos de carga y de respawn.
La banda sonora, como no podía ser de otra manera, es totalmente heavy metal. Todo tiene ese toque de metal melódico o incluso algo más pesado con guitarras que usan una afinación más grave para los acordes de quinta, pero aun así no llega a ser un metal demasiado pesado o disonante, es algo que presenta una gran calidad. Los sonidos de guitarra están acompañados con bajos contundentes y baterías pesadas que casan perfectamente con la estética. En este aspecto tenemos que destacar el gran trabajo que Curt Victor Bryant ha realizado en la composición de estos temas.
Los sonidos y efectos sonoros están bien escogidos y trabajados. Se pueden distinguir los golpes de espada o cuanto nuestro protagonista camina por una determinada superficie. Destacar que el titulo esta traducido al español. Por consiguiente, todo esto hace que la banda sonora de Slain refleje perfectamente el espíritu el juego y se complementa con una maravillosa estética.
Slain: Back from Hell es un juego muy cuidado en su estética y en su jugabilidad. Se nota el empeño por intentar sacar este proyecto adelante teniendo en cuenta todos los problemas que tuvieron para llegar hasta su fase final. Con su llegada a Nintendo Switch, este título, que toma por bandera el heavy metal, nos va a proporcionar grandes dosis de frenetismo y de diversión, además su alto nivel de dificultad hará las delicias de los jugadores más exigentes. Slain es un juego difícil pero tremendamente satisfactorio y hará que nos pasemos horas y horas frente a la pantalla de nuestra Switch para acompañar al caballero Bathoryn a través de su infernal periplo.
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