Un tesoro manchado de sangre.
Hablar del panorama indie en los últimos años ya se ha convertido en una costumbre. Aquellos juegos que hace un tiempo surgían de pequeñas desarrolladoras con ideas fresca y novedosas es a día de hoy más común ya que son cientos de pequeñas empresas las que toman este camino dándonos productos de gran calidad. Este es el caso del estudio Baroque Decay Games, un grupo de desarrolladores españoles y franceses que hace ya algún tiempo pusieron a la venta El Conde de Lucanor, un título de terror y resolución de puzles bastante peculiar en todos los sentidos y que la semana pasada fue puesto a la venta para Nintendo Switch en colaboración con Ratalaika Games.
Para hablar de El Conde Lucanor tenemos referirnos en primera instancia a la literatura, señalando que es una obra datada del siglo XIV en la cual se recopilan una serie de cuentos medievales en los que El Conde de Lucanor tenía que resolver una serie de problemas. Tomando esa idea Baroque Decay Games nos presenta su propia visión del libro en el cual asistiremos a una serie de situaciones un tanto disparatadas y llenas de un terror bastante explícito.
Hans es el protagonista de esta terrorífica historia, un pequeño niño que acaba de cumplir diez años y que vive en la tranquilidad de su hogar. Pero esto cambiará ya que el joven se da cuenta de la situación y la miseria en la que vive el y su madre al no tener nada especial por su cumpleaños. Por este motivo decide irse de casa en busca de la fortuna ya que cree que se merece algo mejor en la vida que pasar penurias.
Más pronto que tarde, Hans se encontrará en un camino una serie de personajes que requerirán nuestra ayuda, en nuestra mano esta prestársela o no, aunque todo puede tener consecuencias. Pero algo terrorífico pasa, tras despertar de un sueño veremos como el mundo ha sido infestado por siniestras criaturas sedientas de sangre humana, pero ¿es realmente un sueño?. Vagando por el bosque nuestro joven protagonista llegará a un castillo, allí conocerá a un ser de un aspecto un tanto peculiar que le hablará sobre la fortuna de El Conde Lucanor y de como este, ya en su avanzada vejez, añora tener un heredero que se haga cargo de todas sus riquezas. Esta es justo la oportunidad que Hans estaba buscando, sin embargo esto no será fácil ya que el misterioso ser que nos recibe en el castillo nos propondrá una prueba, tan enigmática como siniestra que no es nada menos que averiguar su nombre.
En el Conde Lucanor encontramos una mezcla de mecánicas bastante curiosas unidas por el nexo del survivar horror. En primer lugar tenemos que decir que prácticamente toda la aventura tendrá lugar en el siniestro castillo en el cual nos atrevimos a adentrarnos, una vez allí las cosas se comienzan a torcer.
Los puzles son un elemento fundamental de juego. Para solucionarlos deberemos estar pendiente de todo lo que nos rodea ya que tendremos que interactuar con diferentes objetos o mecanismos que nos abrirán puertas o pasadizos. En objetivo de realizarlos es ir consiguiendo objetos, pero principalmente las letras que conforman el nombre del pequeño ser azulado que nos dio la bienvenida al castillo ya que si las logramos conseguirlas tendremos una audiencia con el mismísimo Conde Lucanor. Sin embargo esto no serán fácil ya que en más de una ocasión nos quedaremos atascados debido a los rompecabezas que Baroque Decay Games nos propone con este título.
La exploración será también uno de los puntos fuertes del juego, aquí vemos como los desarrolladores se pueden haber inspirado en cierta medida en The Legend of Zelda, mostrándonos así un sistema de mazmorreo en el cual habrá diferentes cofres repartidos por todo el castillo en los cuales encontraremos objetos realmente útiles como pueden ser monedas, comida, velas u otras herramientas que nos ayudaran en nuestra terrorífica andadura por este lugar tan peligroso.
Y hablando de peligros tenemos que mencionar a los seres que moran en el castillo. A determinada hora de la noche los “funcionarios” que trabajan a las órdenes del conde comenzarán a vagar por los pasillos y las estancias y no son amigables. Si nos encontramos con ellos más nos vale huir a escondernos debajo de alguna mesa o detrás de alguna cortina ya que si nos encuentran intentaran acabar con nuestra vida. Muchos de ellos son fácilmente eludibles, sin embargo el jefe de estos crueles habitantes es especialmente atroz ya que si nos localiza nos matará prácticamente en el acto.
No habrá forma de combatir, escondernos será nuestra única opción, sin embargo el castillo esta totalmente a oscuras por lo que no tendremos modo de ver que podremos encontrarnos en cada uno de sus rincones. Pero tendremos una pequeña oportunidad de adelantarnos a los movimientos de los “funcionarios” y serán las velas. Estos objetos podrán ser depositados en el suelo y alumbrarán un área que nos proporcionará una visión alrededor de donde la hayamos situado. Estas son limitadas por lo que deberemos hacer un buen uso de ellas, aunque siempre podemos recoger las que ya hayamos usado.
Como podéis ver la muerte en El Conde Lucanor acecha a cada esquina. Nuestra vida menguará con facilidad, ya no solo por los seres que moran en el castillo, sino también por las trampas de pinchos o de fuego que encontraremos, pero contaremos con objetos consumibles como pan o manzanas que nos repondrán un poco de vitalidad. Junto a esto también tenemos que hablar del peculiar sistema de guardado ya que no será infinito, en la fuente del castillo situada en la zona del jardín habrá un cuervo que a cambio de una moneda salvará nuestra “alma”, lo que viene siendo nuestro progreso en el juego, pero estas son bastantes limitadas por lo que tendremos que hacer buen uso de ellas.
Pero las monedas no servirán únicamente para guardar la partida. En el mismo jardín encontraremos también a un mercader, con una pinta poco de fiar, que nos venderán objetos que podrán sernos útiles en la partida. Él no será el único “humano” del castillo, también encontraremos a una anciana y a un hombre quienes tendrán un comportamiento un tanto peculiar, por no decir excéntrico.
Con todo esto tenemos que decir que El Conde Lucanor puede suponer un reto para algunos jugadores, nosotros tenemos que reconocer que nos han costado algunas partes y que hemos muerto en más de una ocasión. Su duración oscila entre las 5-6 horas aunque cuenta con un componente de rejugabilidad importante que son los distintos finales que presenta, basados en las decisiones que tomemos en la aventura, sobre todo en los compases finales.
Gráficamente es espectacular, pixel art puro que combina muy bien con el tono perturbador y terrorífico del juego, algo que increíblemente dota de un atmosfera de terror al título. Los personajes gozan de personalidad propia, al igual que los aterradores monstruos que deambulan el castillo. Del diseño de este castillo también tenemos que hablar ya que es prácticamente donde se desarrollará la totalidad de la aventura y de él tenemos que decir que peca un poco de falta de detallismo ya que tenemos la sensación de que se encuentra un tanto vacío.
Algo que destaca por su gran calidad son las cinemáticas que dejan de lado un poco esa estética pixel a caballo entre los 8 y 16 bits, para adoptar una que bien pudiera pasar por animación japonesa, pero que sin duda está realizadas de una manera sobresaliente.
En cuando a su rendimiento en Switch tenemos que decir que funciona a la perfección y que es disfrutable tanto su modo de sobremesa como en portátil. Si es verdad que hemos notado aún tironcillo al comienzo de la aventura, antes de llegar al castillo, pero es algo que seguramente se solucionará en un futuro parche que está por llegar.
Melodías aterradoras de corte un tanto medieval serán las que nos acompañen en la aventura. Muchos de sus temas son destacables y casan perfectamente con el tono del juego, propiciando las diversas sensaciones de tensión que experimentaremos a lo largo del juego. A esto tenemos que añadir los espeluznantes y terroríficos efectos sonoros que nos harán castañear más de una vez los dientes gracias a la perturbadora atmósfera que consiguen crear. Por último tenemos que hablar de su localización y señalar que el título se encuentra traducido a diversos idiomas, estando entre ellos el castellano.
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