Tras un tiempo disponible en Early Access a través de Steam, Lost Castle ya se encuentra disponible para PlayStation 4 y Nintendo Switch. El título desarrollado por Hunter Studios y distribuido por Another Indie nos propone una divertida aventura por medio de una jugabilidad muy adictiva, donde se pueden ver elementos de los beat em`up más clásicos con otros pertenecientes a los roguelike, mecánicas que en su conjunto casan muy bien y que dan como resultado un producto realmente notable.
Enmarcado en un aura de fantasía medieval, Lost Castle nos sitúa en el castillo de Harwood, un lugar que antaño era conocido por ser el hogar de unos gobernantes sabios y nobles. Pero esta calma se vio perturbada por la incursión de unas sombras tenebrosas y un ritual satánico por el cual muchos demonios y seres terroríficos tomarían el lugar y desterrarían a sus habitantes originales tras un cruel enfrentamiento.
En este contexto nosotros controlaremos a uno de los llamados héroes que buscan restaurar la paz y cuyo objetivo será el de adentrarse en las profundidades del mismo castillo de Harwood para derrotar a esos seres que ahora son sus moradores y desterrar al señor oscuro que lo gobierna.
Un argumento clásico y sencillo es lo que nos propone Lost Castle, sin demasiadas pretensiones ya que este no profundiza demasiado y solo conocemos esta historia por medio de la secuencia de animación que funciona a modo de introducción, y por algunos de los diálogos que podemos mantener con los NPC´s que nos encontremos al comienzo de la mazmorra. Pero también hay que tener en cuenta que esta historia no es más que una excusa, una pequeña puesta en escena que nos situará en contexto para presentarnos un gameplay y una jugabilidad realmente adictiva, y es precisamente en este último punto en donde recaen las verdaderas virtudes del juego.
Tras esa secuencia de introducción, descrita con anterioridad, se nos desplegará el menú principal del juego. Aquí podemos ver que tendremos la oportunidad de jugar tanto de forma individual como en cooperativo local o en línea para hasta para cuatro jugadores. Recomendamos utilizar esta última opción pues, aunque el juego es ya muy divertido en si jugamos solos, jugar con amigos es una locura y se hace más adictivo aún.
Tal y como hemos indicado, la jugabilidad de Lost Castle se cimenta sobre una mezcla bastante acertada de géneros como pueden ser los dungeon crawler, los beat em’ up y los roguelike, tomando de cada uno algunas partes que conforman un todo bastante interesante.
De los dungeon crawler toma ese sentido de exploración de mazmorras. Lost Castle se conforma en torno a cinco escenarios que a su vez se dividirán en varias pantallas. Deberemos ir sorteando los peligros de cada uno de ellos, y no serán pocos puesto que encontraremos feroces enemigos y trampas que pueden acabar con nosotros si no tenemos cuidado.
De los beat em´up toma esos combates en los que somos nosotros contra una gran multitud de enemigos. El sistema de combate es bastante sencillo, tendremos un ataque normal, uno especial y otro que se realizará utilizando la barra de starmina que debemos dejar que se reponga tras su uso. Pero lo curioso aquí es que la forma de luchar que tengamos estará directamente condicionada por el arma que tengamos equipada.
En Lost Castle no hay clases predeterminadas de personajes, podremos ser lo que queramos, pero serán justamente esas armas que hemos mencionado las que condicionarán nuestra manera de actuar. Hay un centenar de ellas y de diferentes tipos que van desde espadones, espadas ligeras dobles, espadas y escudos, bastones de mago, arcos, pistolas y escopetas y un sinfín más. A nuestra elección queda cual utilizar en cada caso según nuestra manera de jugar.
El último elemento del juego está conformado por las mecánicas roguelike. Este tipo de mecánicas se han puesto de moda en los últimos años y aquí se encuentras representado por la aleatoriedad de los escenarios, enemigos y objetos que vamos a encontrar durante nuestra partida. De esta manera podemos ver que en cada una de las que participemos será diferente ya que tendemos armas distintas y estas condicionaran nuestra manera de enfrentarnos a los obstáculos y adversarios que vayamos encontrando.
Juntando estos tres elementos tenemos un desarrollo por esos cinco niveles bastante lineal, donde deberemos derrotar a todos los enemigos que encontremos a nuestro paso. Al final de cada uno de estos lugares tendremos que vernos las caras contra un boss que nos pondrá en más de un apuro, pero como siempre, en este tipo de juegos, bastará con aprendernos sus patrones de movimiento y saber cuándo hemos de atacar, esquivar y utilizar nuestras habilidades especiales. Derrotar a cada uno de estos bosses nos permite acceder a la siguiente zona, pero además también, la primera vez que lo hagamos, nos desbloqueará nuevas piezas de equipo y armas.
Durante las partidas nos encontraremos además con diversos comerciantes y otros NPC´s que nos ayudaran. A cambio de monedas de oro podremos comprar algunos objetos como armaduras, armas, collares o pociones, pero hay que tener cuidado ya que no todos los que encontremos son beneficiosos y puede que nos topemos con alguna que otra sorpresa desagradable.
Lost Castle no es un juego fácil, no por lo menos durante las primeras partidas que juguemos ya que moriremos mucho, pero en esto también reside su esencia, en intentarlo una y otra vez. Cada vez que derrotemos a algunos enemigos nos premiaran con almas y estas podrán ser utilizadas una vez que muramos, en este momento se nos desplegará un árbol de habilidades donde podremos invertir estas almas para desbloquear nuevas habilidades, potenciadores o subir nuestros atributos. Esto nos ayudará en nuestras futuras partidas y hará que cada vez logremos adentrarnos más en las profundas oscuridades de las mazmorras.
Cada partida en Lost Castle es un mundo y dependerá de la suerte y de nuestra habilidad para sobrevivir, de esta manera veremos que habrá veces que apenas duremos un asalto y otras que nos tiremos tranquilamente una hora hasta que nos hayamos pasado las cinco mazmorras o hasta que muramos en el enfrentamiento contra algún boss. Por el tipo de juego con el que nos encontramos podemos decir que su duración es infinita, podemos estar jugando todo el tiempo que queramos hasta completar todos sus niveles y, aun así, nos esperan nuevos retos en su edgame que nos hará estar enganchados y nos invitará a una segunda, tercera o más vueltas.
Gráficamente Lost Castle es un título modesto, pero su mayor atractivo recae en el diseño artístico. En él podemos ver como se nos presenta todo en un colorido mundo de diferentes tonalidades cromáticas y en un ambiente en 2D donde los personajes y enemigos lucieran realmente bien y parecen dibujos animados.
Cada uno de los escenarios que conforman las cinco mazmorras totales del recorrido de Lost Castle responden a una temática concreta; tendremos desde castillos, pantanos, o cuevas, todas ellas repletas de enemigos. Por su puesto estos enemigos también están recreados con todo lujo de detalles y se presentan tan divertidos como aterradores, y con una variedad de diseños más que decente.
Aunque sobre todos ellos destacan los bosses los cuales lucen un diseño bastante atractivo. Hay una variedad bastante importante de enemigos a los que nos enfrentaremos de forma aleatoria y todos ellos lucen un aspecto realmente magnifico. Aquí veremos como tendremos que enfrentarnos desde caballeros espectrales, pasando por plantas carnívoras, hasta extravagantes máquinas de guerra.
Su banda sonora es quizás el aspecto más descuidado. Es cierto que tenemos algunos temas bastante cañeros y pegadizos, pero por lo general las canciones que encontramos y que nos acompañaran durante todo el recorrido llegan a hacerse un tanto repetitivas. Señalar también que el título nos llega localizado al castellano, aunque tiene algunos errores de traducción en ciertos objetos que hacem que la descripción de los mismos no concuerde con las verdaderas características que presentan.
Lost Castle es un título totalmente recomendable para aquellos que buscan disfrutar de partidas rápidas y desafiantes. Es un juego que sabe explotar sus recursos pero que funciona mejor si lo jugamos con otras personas que de manera individual. Los desafíos que presentan y el sistema de progresión hará que queramos echar una partida tras otra, consiguiendo así que nos enganchemos hasta que podamos completarlo.
Deja una respuesta